Home

Mundo

Artículo

| Foto: Daniel Reina

ESTADOS UNIDOS

Exembajador William Brownfield le dice adiós al gobierno estadounidense

El diplomático y considerado como uno de los expertos en la lucha contra la droga decidió dar un paso al costado a los 65 años. Dicharachero y calificado a veces como imprudente, durante su gestión fueron liberados los tres gringos secuestrados por las Farc y se extraditaron a los jefes paramilitares.

18 de septiembre de 2017

Sorpresa causó en Estados Unidos la renuncia del exembajador en Colombia, William Brownfield, a su cargo en el Departamento de Estado. Diplomático sin filiación política, Brownfield sirvió como embajador de Estados Unidos en el país entre 2007 y 2010, durante el gobierno de Álvaro Uribe. Una vez dejó el cargo, trabajó como secretario adjunto de Estado de EE.UU. para la Seguridad y Lucha Antinarcóticos en los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump.

El exembajador, considerado en Estados Unidos como uno de los expertos en la lucha antinarcóticos, fue uno de los encargados en informar que las plantaciones de coca en Colombia se habían triplicado en los últimos dos años. Brownfield también ha sido una de las voces críticas a la decisión de suspender las asperciones aéreas por parte del gobierno colombiano.

Brownfield deja su cargo en un momento complicado para la política antidrogas norteamericana. Un informe del Departamento de Estado informó que las plantaciones de coca en Colombia habían aumentado en los últimos cinco años y llegado a su máximo histórico con 150.000 hectáreas cultivadas.

"Si tan sólo hubiera programado mi salida hace cinco años", dijo en una entrevista la semana pasada en el Departamento de Estado, donde dirige la Oficina de la Agencia de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley. 

En 2012, el consumo de cocaína en Estados Unidos y las cifras de plantaciones de coca en Colombia estaban cerca en uno de sus puntos más bajos, y gran parte de los elogios en Washington fueron a los responsables del diseño y ejecución del Plan Colombia. Entre ellos estaba Brownfield.

"Estábamos justificadamente orgullosos de lo que habíamos logrado en 2012", dijo. "Ese no es el caso ahora", dijo el exembajador en una reciente entrevista.

El aumento en los cultivos de coca han provocado un cambio en la retórica de Estados Unidos hacia Colombia. La semana pasada el presidente Trump causó un gran alboroto al insinuar en un memorando oficial que Colombia podría ser "descertificada" si se mantiene la tendencia y no se bajan los índices de cultivo y erradicación.

Brownfield, una de las personas que mejor conoce el plan antidrogas y la relación entre Colombia y Estados Unidos se manifestó frente a las declaraciones de Trump. 

"Durante el último año, en nuestras discusiones privadas, tanto Colombia como Estados Unidos han enfatizado la importancia de que las drogas no se conviertan en un elemento negativo en la relación bilateral entre dos amigos", dijo Brownfield. La declaración del presidente, añadió, "subraya esa importancia".

Teniendo en cuenta el cambio de la política exterior que se ha visto en los meses de la era Trump, en los que la lucha contra la droga tiene de nuevo un papel protagónico, se rumoreaba de que Brownfield podría haber sido una ficha clave para el gobierno en su política antidrogas. El texano era uno de los candidatos para ocupar el puesto de secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, el principal cargo diplomático en las Américas, pero el exembajador decidió cumplir su palabra y retirarse de la vida diplomática a los 65 años.

Brownfield desempeñó gran parte de su carrera diplomática en Latinoamérica. Durante 2004 y 2007 fue designado como embajador en la Venezuela de Hugo Chávez, años que calificó como "los más difíciles" de su trayectoria. Luego de salir del vecino país, el texano recaló en Colombia, donde fue embajador por tres años. Dicharachero y calificado a veces como imprudente, durante su gestión en el país fueron liberados los tres estadounidenses secuestrados por las Farc, extraditados varios ex jefes paramilitares y narcotraficantes y se diseñó el polémico acuerdo de las bases militares estadounidenses en territorio colombiano. 

Sin embargo, una de sus grandes derrotas como embajador fue la de no haber conseguido que el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos no fuese ratificado durante su gestión. El TLC finalmente se terminaría dando pero bajo la gestión del exembajador William Wood en mayo de 2012.