ESTADOS UNIDOS

Jueza en polémica por pena de muerte

Una jueza de Estados Unidos está siendo enjuiciada por no haberle permitido a unos abogados defensores elevar una apelación de último momento que podría haberle salvado la vida a un condenado a muerte.

18 de agosto de 2009

La magistrada de Texas Sharon Keller afronta cinco cargos por conducta profesional inadecuada que podrían costarle su puesto en el Tribunal Estatal del Apelaciones.

Los fiscales sostienen que sus acciones arrojan un "descrédito público" sobre la magistratura.

La mañana del 25 de septiembre de 2007, horas antes de que el condenado por asesinato Michael Wayne Richard fuera ejecutado, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos había aceptado revisar la constitucionalidad de su ejecución por inyección letal, uno de los métodos usados en Texas.

Los abogados de Richard trataron de solicitar una apelación con Keller, quien era la jueza que presidía el Tribunal Criminal de Apelaciones del estado de Texas.

Sus esfuerzos se demoraron por problemas con la computadora y, cuando llamaron a la corte a las 4:45 pm para solicitar un tiempo adicional, aseguran que les dijeron que el tribunal cerraba a las 5:00 pm.

Richard fue ejecutado a las 8:23 pm. Había sido condenado 20 años atrás por violar y matar a una mujer.

"Ahora, sus abogados alegan que Keller ordenó deliberadamente que el tribunal cerrara a las 5, a sabiendas de que una apelación de último momento era inminente", indica el corresponsal de la BBC Rajesh Mirchandani.

Apelación tardía

Por su parte, el abogado de Keller, Chip Babcock, sostuvo que "ella no quiso (...) prevenir una apelación tardía".

"Eso no significa que no haya apelaciones después de hora", agregó, e indicó que su clienta sólo estaba respondiendo a preguntas administrativas acerca de los horarios del edificio y no acerca de solicitar una apelación.

Bacock indicó que lo que Keller había querido decir es que el edificio del tribunal cerraba a las 5:00 pm y que existía otro juez de guardia que podía aceptar la apelación.

La jueza Cheryl Johnson, que estaba de turno esa noche, declaró que nadie le dijo que los abogados tenían una tardanza y que, de haber sabido que necesitaban tiempo, se los hubiera concedido.

Sin embargo, es algo común mantener el tribunal abierto después de horas de oficina para los casos de pena de muerte.

"En un lapso de 15 años, la jueza Keller se ganó el apodo de 'Sharon Killer' ('Sharon Asesina') por su dura postura (en el tema de la pena de muerte)", señala el corresponsal de la BBC.

El corresponsal agrega que la mitad de las ejecuciones realizadas en Estados Unidos en 2008 tuvieron lugar en Texas, mientras que la ejecución de Richard fue la número 26 en ese estado en 2007.