Ley de Arizona desata ira y resignación en México

Los simpatizantes de la ley dicen que es necesaria porque el gobierno federal no ha dado seguridad en la frontera y debido a una mayor ansiedad sobre la delincuencia.

3 de mayo de 2010

La fila de mexicanos que esperan ir de compras a Arizona da dos vueltas a una plaza soleada, aunque allí cerca hay políticos que colocan pegatinas en vehículos con leyendas que plantean un boicot a ese estado sureño de Estados Unidos.

Y los inmigrantes indocumentados que son el objetivo de una nueva e intransigente ley en Arizona le ven como cualquier otro obstáculo que palidece en comparación con las extorsiones, las detenciones y los secuestros a los que se arriesgan para llegar a suelo estadounidense. Aseguran que seguirán llegando.

El resentimiento ha brotado en México por la ley de inmigración en Arizona que es considerada racista por mexicanos. Pero el ir y venir por la frontera entre los dos países es un factor tan intrínseco a sus vidas que para muchos mexicanos resulta difícil dejar de cruzar pese a los llamados de activistas para un boicot de Arizona.

"Las ciudades fronterizas dependen una de la otra y ha sido así por muchos años", dijo María Romero, una enfermera de Nogales, ciudad al otro lado de la localidad homónima en Arizona. "Parece que no entienden que en el otro lado siempre están buscando formas de hacer las cosas más difíciles".

Hay unas cuantas señales hasta ahora de que la ley ha impedido a mexicanos cruzar hacia Arizona, legalmente o no. La espera para cruzar en vehículo la frontera es mayor a dos horas.

La legislación firmada por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, la semana pasada estipula que la policía local y estatal que detenga a personas por cualquier otra razón las interrogue sobre su condición de inmigración si hay motivo para sospechar que están en el país ilegalmente. Los sospechosos serán detenidos si no portan los documentos apropiados.

Los simpatizantes de la ley dicen que es necesaria porque el gobierno federal no ha dado seguridad en la frontera y debido a una mayor ansiedad sobre la delincuencia.

La medida ha provocado enormes protestas en Estados Unidos por defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes dicen que la ley alentará etiquetación racial. Pero el clamor al sur de la frontera ha sido atenuado mientras los mexicanos esperan a que la ley entre en vigor para ver cómo será implementada.

Algunas autoridades mexicanas advierten incluso que un boicot económico a Arizona pudiera ser contraproducente si las compañías en ese estado despiden a trabajadores mexicanos quienes ya luego no podrían enviar remesas a sus familias.
 
AP.