Suecia padeció una crisis similar a la estadounidense, pero con medidas oportunas logró salir adelante

CRISIS FINANCIERA.

¿"Modelo sueco" para rescatar a Estados Unidos?

Un sistema bancario haciendo agua tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Una economía en crisis. Un gobierno desesperado planeando una intervención bancaria masiva.

Alianza BBC
1 de octubre de 2008

¿Estados Unidos hoy? Pues no, se trata de Suecia en 1992 cuando el país entró en caída libre tras el desplome del precio de las propiedades, provocando que cinco de los siete bancos principales se volvieran en la práctica insolventes.

El gobierno sueco inyectó en ese momento 65.000 millones de coronas suecas (US$18.300 millones actuales) en el sistema bancario, equivalente al 4% del producto interior bruto (PIB).

Comparativamente, los US$700.000 millones que Estados Unidos propone en su plan de rescate para paliar la actual crisis financiera también corresponde al 4% de su PIB
Al final, el gobierno sueco recuperó casi todo el dinero -algunos afirman que hasta salió ganando- cuando la economía del país se recuperó.
 
El secreto
¿Cómo lo consiguió? El viceministro de finanzas sueco en ese entonces, Bo Lundgren, lo resumió en una entrevista al diario The New York Times: "Cuando intervengo un banco prefiero conseguir una participación para que los contribuyentes salgan beneficiados".
En otras palabras, el gobierno sueco no sólo garantizó todos los depósitos bancarios, creando un "banco malo" donde depositaron todos los créditos fallidos de los bancos, sino que exigió a cambio una participación en los bancos.

Además, estableció una nueva agencia para supervisar las instituciones que necesitaban una recapitalización y otra encargada de vender los activos -sobre todo propiedades- que tenían los bancos como colateral.

El país sufrió dos años de recesión y el desempleo se multiplicó por cuatro desde el 3% en 1990.

Pero los inversores volvieron a confiar en Suecia al poco del anuncio del programa de rescate.

Y cuando la economía se recuperó, el gobierno vendió su participación en los bancos haciendo que el gasto final del rescate fuera muy inferior al esperado, alrededor del 2% del producto interno bruto, aunque algunos expertos indican que hasta generó beneficios.
 
No sorprende demasiado, por tanto, que el ex viceministro sueco Lundgren se haya pasado por Nueva York en septiembre. La pregunta que resta es saber si los estadounidenses le han escuchado.