Obama apuesta por medidas drásticas

Alianza BBC
8 de enero de 2009

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, pidió "medidas drásticas" para evitar que empeore la situación económica del país.

En un nuevo discurso sobre las políticas de su futuro gobierno, Obama instó al Congreso a actuar con rapidez para aprobar su plan de estímulo, por un monto de $800.000 millones.

"No creo que sea demasiado tarde para cambiar de curso, pero lo será si no tomamos medidas drásticas cuanto antes", dijo.

"Si no se hace nada, esta recesión podría durar años".

"Esta crisis es diferente a cualquier otra que hayamos visto en nuestras vidas", dijo el demócrata en el estado de Virginia.

Advertencia

"Un mundo que depende de la fuerza de nuestra economía nos observa y espera que Estados Unidos vuelva a llevar la delantera, y eso es lo que haremos", aseguró.

Obama dijo que, con las tasas de interés en EE.UU. cerca de cero, y con la actividad económica y los préstamos todavía en contracción, le incumbe al gobierno actuar.

"Solamente el gobierno puede proporcionar el estímulo necesario a corto plazo para sacarnos de una recesión tan profunda y severa", dijo.

"Cada día que esperemos, o nos pongamos a hacer acusaciones, o nos crucemos de brazos, más estadounidenses perderán sus empleos, más familias perderán sus ahorros, más sueños se pospondrán o se verán frustrados, y nuestra nación se hundirá cada vez más en una crisis que quizás en algún momento ya no podamos revertir", advirtió.

"Insto al Congreso a actuar lo antes posible en nombre del pueblo estadounidense", añadió.

Batalla política

Obama, quien juramentará el 20 de enero, ha pasado su primera semana en Washington centrándose en su plan para revivir la economía de EE.UU., que está entrando en su peor recesión desde los años 30.

Su fuerte advertencia tiene lugar en momentos en que se teme que las pérdidas de puestos de trabajo en el país en 2008 puedan haber sido de 2,5 millones, lo que podría confirmarse este viernes cuando se publiquen las cifras correspondientes a diciembre.

Obama dijo que su plan crearía tres millones de empleos antes de 2011.

Pero, a fin de obtener apoyo bipartidista para su plan, también está incluyendo reducciones de impuestos substanciales tanto para los particulares como para las empresas, así como un enorme programa de gastos infraestructurales, en áreas como las carreteras y las escuelas.

"Estupefacto"

Su tarea se ha visto todavía más dificultada por las proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, publicadas el miércoles, de que el déficit presupuestario alcanzará los US$1,2 billones este año, antes de la adopción de cualquier plan de estímulo adicional.

Incluso el presidente de la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes, el demócrata John Spratt, dijo que se quedó estupefacto cuando vio la cifra.

El tamaño del paquete implica que a Obama le quedan muy pocas esperanzas de que el Congreso apruebe el plan antes de que él asuma la presidencia. Se cree que los congresistas no podrán tomar ninguna decisión antes de mediados de febrero.

Obama reconoció que hay un gran escepticismo en el público estadounidense respecto a la intervención del gobierno en la economía.

"Entiendo que algunos se puedan mostrar escépticos sobre este plan. Nuestro gobierno ya ha gastado muchísimo dinero, pero todavía no hemos visto que eso se traduzca en más empleos o en ingresos más altos o en una confianza renovada en nuestra economía", dijo el presidente electo.

Transparencia

Obama aseguró que cualquier decisión sobre los gastos se hará de forma transparente y tomando en consideración las opiniones de "expertos independientes", a la vez que él pondrá en marcha un "esfuerzo sin precedentes" para "eliminar los gastos imprudentes e innecesarios".

El discurso de Obama pareció surtir un efecto positivo sobre algunos mercados de valores de Europa.

"El mensaje está cayendo bien. Existe la percepción de que detrás de este hombre y de este plan hay algo serio", dijo Howard Wheeldon, jefe de estrategia de la firma BGC Partners en Londres, Reino Unido.

Pero las bolsas de EE.UU. seguían reflejando las nada halagüeñas cifras del balance comercial de muchas compañías durante la Navidad.

Regular a Wall Street

Obama dijo que la crisis fue causada por "una era de profunda irresponsabilidad que se extendía desde las salas de reuniones corporativas hasta los pasillos del poder en Washington".

Añadió que es necesario un "esfuerzo radical" para hacer frente a la crisis de las ejecuciones hipotecarias y para mantener al sistema financiero en funcionamiento.

El presiente electo se comprometió a reformar un sistema regulador "débil y anticuado", para proteger a los consumidores y a los inversionistas de la "avaricia y la asunción de riesgos imprudentes" que "nunca deberían volver a poner en peligro nuestra prosperidad".

"No podemos seguir permitiendo que malhechores de Wall Street se deslicen a través de las grietas reguladoras. No podemos seguir permitiendo que intereses especiales pongan sus pulgares sobre las balanzas económicas", dijo.

También se comprometió a esforzarse por ayudar a las familias que fueron golpeadas directamente por la crisis, incluidas las que enfrentan ejecuciones hipotecarias.

En una muestra concreta de que Wall Street ahora está dispuesto a ayudar a esas familias, se dio a conocer que algunos importantes banqueros retiraron su oposición a permitir que los jueces especializados en bancarrotas modifiquen los términos de las hipotecas que tienen pagos atrasados, para evitar sus ejecuciones.

Según un informe del periódico Wall Street Journal, el enorme banco estadounidense Citigroup está negociando con comités clave del Congreso un acuerdo que les otorgaría a los jueces poderes sin precedentes, algo a lo que durante mucho tiempo se oponían los servicios financieros.

Reducciones de impuestos

Alrededor del 40% del paquete de estímulo de Obama consistirá en recortes de impuestos, incluyendo reembolsos para quienes ganen menos de US$200.000 al año, así como créditos fiscales para las compañías que contraten personal adicional.

Además de recortes fiscales por un monto de US$500 para la mayoría de los trabajadores y de US$1.000 para las parejas, las propuestas podían incluir rebajas impositivas por más de US$100.000 millones para las empresas.

El plan podría permitir que las empresas que incurrieron en pérdidas el año pasado tomen un crédito contra los beneficios por un período previo de cinco años, en lugar de los dos años autorizados en la actualidad.

Otra disposición les concedería un crédito fiscal de entre US$40.000 millones y US$50.000 millones, por un año, a las compañías que contraten a nuevos trabajadores, y ofrecería otros incentivos para la inversión empresarial en nuevos equipos.

Planes de gastos

El plan de recuperación económica de Obama depende de que se inyecte con rapidez centenares de miles de millones de dólares federales a la economía, para crear empleos.

El foco estará en las reducciones de impuestos y en los gastos públicos que le puedan proporcionar un estímulo inmediato a la economía.

Sin embargo, las propuestas también parecen contener dinero que tal vez no se pueda gastar durante varios años, por ejemplo los planes para reconstruir la red de suministro eléctrico y para invertir miles de millones de dólares en la adquisición de computadoras y programas informáticos para el sector de la salud pública, así como en la renovación de las escuelas públicas.