Tormenta de nieve azota de nuevo Washington y Nueva York

El fenómeno climático obligó al cierre de oficinas gubernamentales, hizo que los caminos se volvieran intransitables y que los habitantes de la ciudad tuvieran que aventurarse para proveerse de alimentos y productos de primera necesidad.

11 de febrero de 2010

Grandes cantidades de nieve y vientos intensos azotaron a Washington y a gran parte de la Costa Oriental de Estados Unidos el miércoles al llegar a la capital estadounidense la tormenta más reciente del invierno más difícil del que se tenga memoria.

El área de Washington se ha visto virtualmente paralizada desde que una tormenta azotó a la ciudad el viernes por la tarde depositando casi un metro (tres pies) de nieve, lo que obligó al cierre de oficinas gubernamentales, hizo que los caminos se volvieran intransitables y que los habitantes de la ciudad tuvieran que aventurarse para proveerse de alimentos y productos de primera necesidad.

La tormenta del miércoles agravó los problemas de Washington y trajo nuevas dificultades a Nueva York y a otras ciudades del noreste del país.

En Pensilvania, el gobierno cerró largos tramos de las principales carreteras porque la segunda gran tormenta que azota la región en menos de una semana había hecho demasiado peligroso el transitar por ellas.

"La nieve ha sido despiadada", señaló el jefe de bomberos de la ciudad de Washington, Dennis L. Rubin, un residente de la capital quien indicó que estas tormentas consecutivas no eran nada de lo que ya hubiera experimentado anteriormente.

"Pareciera que no vamos a tener mucho respiro" agregó.

En Washington se batieron las marcas de nevadas, que tenían siglos sin superarse, al haberse recolectado 139 centímetros (54,9 pulgadas) de nieve. Es una cifra superior en más de un centímetro (media pulgada) de la marca anterior, correspondiente a la temporada invernal de 1898-1899.

La cercana ciudad de Baltimore también impuso una nueva marca de nieve depositada, y los meteorólogos advirtieron que las condiciones climáticas adversas no serán las últimas que se verán en este año. Asimismo, una nueva marca de nevadas se registró más al norte, en Filadelfia.

"El invierno, por supuesto, no está ni cerca de terminar" comentó Eric Wilhelm, un meteorólogo de la empresa AccuWeather, quien predijo que el invierno del 2009-2010 pasaría seguramente a la historia como el más nevado en la Costa Este de Estados Unidos desde que se comenzaron a llevar registros de las nevadas a finales del Siglo XIX.

Simplemente al sur de la capital, en Arlington, Virginia, las calles que estaban atestadas de personas que jugaban con la nieve durante el fin de semana, ahora estaban totalmente vacías.

"Ya vimos suficiente", señaló Bill Daly, de 57 años, en momentos en que ráfagas de ventisca y nieve le golpeaban el rostro. "Es aterrador y hermoso al mismo tiempo. Quería retirar la nieve con la pala pero pensé que si me daba un ataque cardíaco pasaría un largo rato antes de que alguien pudiera hallarme en este tipo de clima", agregó.

La ciudad de Nueva York, que logró evitar la tormenta de la semana pasada, no tuvo tanta suerte el miércoles. La urbe quedó cubierta por un blanco manto de nieve, lo que obligó a la cancelación de cientos de vuelos y provocó que la Organización de las Naciones Unidas ordenara a sus empleados que permanecieran en sus hogares, junto con 1,1 millones de niños, pues las clases fueron suspendidas.

AP.