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Berlusconi asegura que le entran ganas de retirar la "ley mordaza"

El proyecto de ley que limita el uso y difusión de las escuchas telefónicas en las investigaciones oficiales, motivó una huelga de periodistas el pasado 9 de julio.

28 de julio de 2010

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró hoy que le entran ganas de retirar el polémico proyecto de ley de las interceptaciones, también conocido como "ley mordaza", que limita el uso y difusión de las escuchas telefónicas en las investigaciones oficiales.

"Han desvirtuado la ley. Me entran ganas de retirar el proyecto de ley 'anti-interceptaciones'", comentó Berlusconi, en un discurso televisado en directo, durante la clausura de la Conferencia de embajadores italianos que se ha celebrado en Roma.

"Hemos hecho una ley. Ha sido masacrada por todas las intervenciones. Esta ley mejorará alguna cosa, pero no devolverá al ciudadano la inviolabilidad de las comunicaciones que está en la Constitución", agregó.

El mandatario se lamentó además de haber trabajado durante varias noches en el proyecto de ley, que prevé penas de cárcel y multas para los periodistas y editores que publiquen el contenido de las escuchas no autorizadas, y se quejó de que, habiendo sacado "un bonito caballo, ahora quede un hipopótamo".

Estas declaraciones de Berlusconi llegan la víspera de que, con toda probabilidad, la "ley mordaza", que ya fue aprobada por el Senado el pasado 10 de junio, salga de la Comisión de Justicia de la Cámara de los Diputados para pasar al hemiciclo.

El polémico proyecto de ley, que motivó una huelga de periodistas el pasado 9 de julio, recibió el visto bueno de la Cámara Alta con un texto algo más restrictivo, ya que las enmiendas introducidas en los últimos días en la Cámara de los Diputados han reducido parte de las limitaciones que imponía el texto que de allí salió.

La principal es la enmienda que el propio Gobierno presentó el pasado 20 de julio, que permite la publicación de las escuchas consideradas "relevantes" y que el ala del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), más crítica con el mandatario consideró como una victoria y la "caída de la mordaza".

El mismo día de la presentación de la enmienda, en rueda de prensa desde la sede deportiva de su club de fútbol, el Milán, Berlusconi afirmó que la enmienda dejaba la legislación italiana sobre las escuchas telefónicas tal y como estaba.

"Italia no será un país verdaderamente cívico como, por ejemplo, la muy democrática Inglaterra (...) Aquí es todo un escándalo absoluto: una persona privada, sin haber cometido ningún delito, puede ser objeto de grabaciones y ver cómo las conversaciones terminan en los periódicos", apuntó. EFE