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España procesa a su “súper juez” Garzón

Baltasar Garzón será juzgado en su país por "excederse" en sus funciones al investigar crímenes del franquismo.

BBC Mundo
7 de abril de 2010

Baltasar Garzón, el juez español que ganó fama mundial por perseguir al ex gobernante de facto chileno Augusto Pinochet, será juzgado en su país acusado de excederse en sus competencias al investigar los crímenes del franquismo.

El procesamiento de Garzón por presunto delito de prevaricación quedó encaminado este miércoles por una decisión de un magistrado del Tribunal Supremo español que instruye la causa contra el denominado “super juez”.

La decisión del magistrado Luciano Varela implicará que Garzón sea suspendido de sus funciones como miembro de la Audiencia Nacional española y, si es declarado culpable, podría acabar con su carrera de 22 años.

La noticia es vista por algunos como una consecuencia del estilo arrojado con que Garzón ejerció el cargo, y por otros como una señal de que España no está dispuesta a tomar la medicina que su juez estrella recetó a otros.

Entre Franco y la amnistía

Garzón será juzgado por su desempeño en una causa que inició en 2008 para investigar desapariciones de personas en España durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el posterior gobierno militar del general Francisco Franco.

El juez sostuvo que, por ser crímenes contra la humanidad, esos casos estaban excluidos de la ley de amnistía aprobada por el Parlamento español en 1977 y eran delitos vigentes al desconocerse el paradero de las víctimas.

Sin embargo, su decisión fue desafiada por Manos Limpias, una organización de derecha que denunció que Garzón se excedió de sus competencias al investigar crímenes cubiertos por la ley de 1977.

Esa ley fue considerada como una decisión necesaria para lograr una transición exitosa del régimen militar a la democracia en España, al amnistiar a los responsables de crímenes políticos cometidos por ambos bandos.

Garzón negó haber violado la ley, pero el magistrado Varela rechazó todos los recursos que interpuso hasta la fecha y su pedido de escuchar la opinión a su favor de juristas internacionales.

Aunque todavía cuenta con la posibilidad de presentar un nuevo recurso antes de sentarse en el banquillo de los acusados, la defensa de Garzón indicó que el auto de este miércoles ya representa una acusación formal.

De ETA a Pinochet

Aunque no implica un riesgo de cárcel para Garzón, el proceso en su contra podría derivar en una inhabilitación de entre 12 y 20 años para actuar como juez.

La condena pondría de hecho fin a una carrera que hizo de Garzón el juez más famoso de España, en la que abrió diversas causas llamativas a nivel doméstico y fuera de fronteras.

Eso incluye casos de corrupción, la persecución de la banda separatista vasca ETA, pedidos de arresto de Pinochet y Osama bin Laden, y la investigación de crímenes en la última dictadura militar argentina.

Reed Brody, portavoz de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, sostuvo que el procesamiento que Garzón impuso a Pinochet en 1998 marcó el derecho internacional.

“Su accionar en el caso Pinochet desató toda una cascada de justicia en América Latina que obligó a los países a enfrentar su pasado”, dio Brody a BBC Mundo.

“Es irónico que a un juez que ha hecho tanto para hacer cumplir los estándares internacionales en el mundo entero, cuando intenta aplicar los mismos estándares en España se lo procesa”, agregó.

“Super estrellas”

Sin embargo, otros advierten que la actuación de Garzón en su causa sobre el franquismo era dudosa desde el punto de vista jurídico.

“El auto era muy cuestionable”, dijo Alicia Gil, doctora en derecho y subdirectora del instituto Gutiérrez Mellado de investigación para la paz, seguridad y defensa, en España.
Sin embargo, Gil descartó que los eventuales errores que pueda haber cometido garzón ameriten “una persecución al juez por delito de prevaricación”.

Raúl Canosa, decano de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, dijo que “era ir demasiado lejos lo que intentó el juez Garzón, pero era una interpretación posible de la legislación internacional, que dejaba sin efecto una ley clave de la transición política española”.

Canosa comentó a BBC Mundo que se trataba de “aplicar a España la propia medicina que Garzón ha aplicado en otras circunstancias”.

“Pero claro, cuando nos toca nuestro ser nacional, nos parece que es un disparate”, dijo. 
 
A su juicio, el alto perfil que ha asumido Garzón a lo largo de su carrera también fue permitido por el tribunal en el que se desempeñó.

“¿Tiene que haber jueces super-estrellas, como hay cantantes super estrellas?”, preguntó. “Yo prefiero otro tipo de juez, pero cada uno es como es”.