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Gordon Brown busca reivindicación después de metida de pata

Los debates televisados por primera vez en Gran Bretaña, ya han espoleado una transformación inesperada en la política del país.

29 de abril de 2010

El último debate televisivo el jueves previo a las elecciones británicas puede ser la última oportunidad para que el primer ministro Gordon Brown repare su manchada reputación, luego de que un micrófono abierto lo tomó descalificando a una anciana votante laborista como una "mujer llena de prejuicios".

La metida de pata de Brown durante su campaña —la cual estuvo por horas en la televisión y lo obligó a ir a la casa de la mujer para disculparse— dominó las noticias. Pero los candidatos tienen que abordar el jueves un asunto aún más espinoso: cómo estimular la letárgica economía entre problemas económicos que se profundizan en Europa.

Y con tres candidatos británicos principales virtualmente empatados en la elección nacional a realizarse el 6 de mayo, el país parece dirigirse hacia un parlamento en el que ningún grupo tiene la mayoría y en el que la urgente necesidad de tomar decisiones sobre la economía podría demorarse por el imperativo de construir coaliciones.

Los debates televisados por primera vez en Gran Bretaña, tres en total, ya han espoleado una transformación inesperada en la política del país. Nick Clegg, líder del partido Demócrata Liberal, perennemente en el tercer sitio, ha tenido dos participaciones brillantes, estremeciendo a los dos pesos pesados de la elección: Brown, del Partido Laborista, en el poder; y David Cameron, del Partido Conservador.

Los demócratas liberales han superado a los laboristas para ocupar la segunda posición en muchas encuestas recientes.

Pero el debate por televisión más decisivo podría ser el del jueves, con el tóxico tema de la economía. Gran Bretaña ha batallado a través de una profunda recesión de 18 meses en la cual aproximadamente 1,3 millones de personas han sido despedidas y 50.000 familias tienen sus casas embargadas.

Quienquiera que gobierne Gran Bretaña después de la votación del 6 de mayo debe rápidamente doblegar un gigantesco déficit de 152.840 millones de libras esterlinas (235.900 millones de dólares) acumulado durante la crisis financiera mundial. Gran Bretaña probablemente sufrirá el mayor recorte de servicios públicos desde la Segunda Guerra Mundial, los impuestos seguramente se elevarán y los esfuerzos para disminuir el desempleo tomarán tiempo.

AP.