Acuerdos frágiles

24 de mayo de 2008

Los recientes hechos diplomáticos en Oriente Medio, que han generado esperanza, están llenos de matices que hacen ver la paz como un objetivo difuso. El gobierno libanés y la oposición de la milicia-partido Hezbolá, luego de una confrontación que dejó unos 70 muertos, acordaron que Michel Suleimán, comandante de las Fuerzas Armadas, ocupará la Presidencia, vacante desde noviembre pasado. Aunque estaba cantado, no hay que olvidar que este nombramiento fue sugerido por Damasco, reconocido patrocinador, junto con Irán, de las acciones armadas de Hezbolá. Además, esta organización obtuvo poder de veto en el Ejecutivo, por lo que se espera que Irán y Siria mantengan su influencia política en el país, y las tensiones sigan latentes. Por el otro lado, los acercamientos entre Israel y Siria por un posible acuerdo de paz, con Turquía como intermediario, también tendrán sus obstáculos. El gobierno israelí anunció la posible devolución a Damasco de los Altos del Golán, territorio que ocupa desde 1967. Pero la prensa local ha destacado que el primer ministro, Ehud Olmert, hizo el anuncio justo cuando lo acosa un sonoro escándalo de corrupción. Además, Olmert es impopular y los sondeos indican que el 65 por ciento de los ciudadanos no está de acuerdo con las negociaciones, y la prensa hace hincapié en las alianzas de Siria con Irán. Así se comprueba que, si bien parece que en Oriente Medio están dialogando, el tenso contexto político no puede ser desconocido.