Chiítas vs. chiítas

29 de marzo de 2008

El polvorín en el que se convirtió Basora, la segunda ciudad más importante de Irak, confirmó una vez más la degradación a la que ha llegado la guerra en ese país luego de cinco años. El gobierno chiíta del primer ministro Nuri al-Maliki lanzó una ofensiva contra los milicianos, también chiítas, del Ejército del Mahdi, la milicia del clérigo Muqtada al-Sadr (en el cartel). Al cierre de esta edición ya se contaban cerca de 100 muertos entre combatientes y civiles, así como la voladura de un oleoducto. Según al-Maliki, la intención es recobrar la seguridad de esa ciudad del sur, luego de las denuncias por secuestros y constantes asesinatos de civiles a manos de los seguidores de al-Sadr. Las implicaciones de los enfrentamientos se verán reflejadas en el mercado petrolero, pues allí se concentra cerca del 90 por ciento de las exportaciones de crudo del país. A su vez, la arremetida estatal dio al traste con el cese al fuego que ya mantenía al-Sadr por más de un año, y que había mantenido al país en relativa calma.