MÉXICO

"Como hombre de fe, perdono a mis captores"

Esas fueron las primeras palabras que los mexicanos le oyeron decir a Diego Fernández de Cevallos, el político conservador liberado el lunes tras siete meses y seis días de secuestro.

25 de diciembre de 2010

Esas fueron las primeras palabras que los mexicanos le oyeron decir a Diego Fernández de Cevallos, el político conservador liberado el lunes tras siete meses y seis días de secuestro. “Las autoridades tienen una tarea pendiente, pero sin abuso, sin atropello”, recalcó el político, quien en 1994 fue candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN). Pocos días después de su plagio, los secuestradores enviaron a los medios una fotografía en la que el político aparecía con el torso desnudo y los ojos vendados. La familia de Fernández de Cevallos reaccionó de inmediato, y le solicitó tanto a las autoridades como a los medios de comunicación que se abstuvieran de investigar el caso para facilitar las negociaciones con los secuestradores. Aunque en varios mensajes estos últimos se identificaban como Los Misteriosos Desaparecedores, aún se desconoce su identidad. Al llegar a su casa en Ciudad de México, el hombre, de 69 años, recitó de memoria un fragmento de El Quijote con el que dejó claro su temple: “Mis arreos son las armas; mi descanso, el pelear; mi cama, las duras peñas; mi vivir, siempre luchar”.