El diluvio carioca

Aunque en Río de Janeiro todos los años llueve por esta época, el aguacero que cayó la semana pasada en la región ha sido el más mortífero de las últimas cuatro décadas. En menos de 24 horas la ciudad quedó paralizada. Según el servicio meteorológico de Brasil, el volumen de agua alcanzó los 30 centímetros, el doble del esperado para todo el mes de abril. El temporal cobró la vida de más de 100 personas y las autoridades calculan que hay cientos de desaparecidos. Los habitantes de los barrios marginales ubicados en las laderas fueron los más afectados, debido a los deslizamientos de tierra que destruyeron decenas de viviendas. Y en Niteroi, situada al frente de la bahía, un derrumbe provocado por las lluvias sepultó a más de 200 personas. Todavía faltan seis años para que Río sea la sede de los Juegos Olímpicos, pero desde ya el país tiene que pensar en el enorme desafío de infraestructura que tiene por delante.