Venezuela

El silencio de Cristina

12 de abril de 2008

La nacionalización de la siderúrgica Sidor, ordenada por el gobierno venezolano la semana pasada, puede trascender el tema meramente económico. La compañía, que es la más importante en la región andina y el Caribe, es del grupo ítalo-argentino Techint, cuyo presidente es Paolo Rocca, un argentino cercano a la administración de los Kirchner. Luego de que el gobierno de Hugo Chávez justificó su determinación en las actitudes “colonizadoras” de la empresa, Rocca le pidió en una carta que reconsidere la decisión, y dirigió otra misiva a la presidenta Cristina Fernández para que salga en defensa del capital nacional. Junto con su esposo Néstor, la mandataria ya había servido como mediadora en conflictos pasados entre la siderúrgica y Chávez. Pero ahora, una vez tomada la decisión, ella se encuentra en una situación difícil. Su silencio ante este asunto se entiende por la dificultad de pedirle a su aliado estratégico que dé un paso atrás en un asunto que tiene que ver directamente con el proyecto bolivariano. Pero a su vez, los propios argentinos, en cabeza de Rocca, le piden que tome medidas al respecto. Sidor vino a unirse a las cementeras como Cemex, Holcim y Lafarge, que tendrán que formar empresas mixtas con el Estado, en las que éste tenga la mayoría accionaria, para poder seguir trabajando en Venezuela.