El último en caer

26 de noviembre de 2011

La captura de Saif el Islam, el hijo y sucesor del derrocado dictador libio Muamar Gadafi, abrió una interesante discusión sobre quién debe juzgarlo por sus delitos. El hombre fue entregado a los rebeldes libios el 19 de noviembre por el guía al que le había pagado un millón de euros para que lo ayudara a escapar a Níger. Uno de los milicianos que lo arrestaron aseguró que en el momento de la detención tenía "mucho miedo, creía que lo mataríamos", además les pidió que lo liquidaran con un tiro en la cabeza. Sin embargo, esta captura fue muy distinta a la de su padre, que fue golpeado, sodomizado y asesinado. Esta vez las autoridades libias incluso permitieron que dos delegados de la Cruz Roja Internacional lo visitaran en Zintan, la ciudad donde está detenido, y aseguraron que se encuentra "en buen estado" de salud. No obstante, el gobierno se ha rehusado a entregarlo a la Corte Penal Internacional de La Haya, donde también es requerido por crímenes contra la humanidad. Libia desea mostrarle al mundo que su reciente sistema judicial puede realizar procesos de esta envergadura.