En la arena política

La decisión del Parlamento autonómico de Cataluña sigue causando controversia. El veto a la fiesta brava significa que a partir del primero de enero de 2012 no podrán celebrarse corridas de toros en esa región, pero no deja de tener tintes políticos. Muchos sospechan que como el Tribunal Constitucional rechazó el anhelo catalán de ser considerados ‘nación’, al prohibir uno de los rasgos clásicos de la cultura española, los regionalistas catalanes promueven ánimos separatistas. La medida, que para algunos coarta la libertad cultural, provocó que el conservador Partido Popular pidiera al Congreso determinar las corridas como “fiestas de interés cultural general” en toda España, para impedir que las prohíban. ‘El Cordobés’, legendario matador, sostuvo al enterarse de la noticia que sería mejor “buscar soluciones al paro (...) y dejar caminar al toreo en el que tantas familias se ganan la vida”.