Explosión en Bélgica

1 de agosto de 2004

Como una "mini-Hiroshima" fue descrita la explosión que destruyó el gasoducto subterráneo de Ghislenghien, una zona industrial a tan sólo 40 kilómetros de Bruselas, la capital de Bélgica. En el estallido murieron 15 personas y otras 100 sufrieron quemaduras de consideración. Los escombros y cuerpos se dispersaron a lo largo de un radio de 500 metros. Al parecer, algunas de las víctimas eran bomberos que intentaban reparar una fuga de gas.