La guerra por los cielos

15 de marzo de 2008

Algunos patriotas estadounidenses se están rasgando las vestiduras por estos días, pues el Departamento de Defensa no le concedió a la empresa aeronáutica local Boeing la licitación para construir los nuevos aviones cisterna para la Fuerza Aérea. El ganador fue un grupo del que hace parte la Compañía Aeronáutica Europea Espacial y de Defensa (Eads, por su sigla en inglés), propietaria de la empresa Airbus, la competidora número uno de Boeing. El debate está caliente, pues más allá de los nacionalismos, hay de por medio un contrato por 35.000 millones de dólares. Los analistas coinciden en afirmar que se escogió la mejor propuesta, que presentó un remodelado Airbus 330 (foto) que transporta más combustible que el propuesto por la competencia y da más facilidades para llevar carga y ayuda humanitaria. Boeing ni siquiera construyó un prototipo, y estimó la entrega de 19 cisternas para 2013, mientras Eads planteó 49. Boeing apelará la decisión, mientras sus defensores argumentan que no puede ser posible que se entreguen elementos de la seguridad nacional a manos extranjeras. Las manos de quienes, al parecer, tienen ideas más brillantes que las empresas locales.