Lujo entre la miseria

Cuando un escuadrón de la tropa de élite rompió la cerradura de una de las humildes fachadas en el Complexo do Alemão, una de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro, sus integrantes encontraron una lujosa mansión. Los pisos de porcelanato olían a champaña, pues durante el operativo se rompieron varias botellas de Dom Pérignon. Televisores de pantalla plana adornaban las paredes, y el aire acondicionado mermaba los 35 grados que sofocan las colinas cariocas. El dormitorio principal contaba con un jacuzzi, y una piscina en la terraza del tercer piso servía como mirador sobre la paupérrima favela, en la que viven 400.000 personas. Lo único que les faltó encontrar fue al dueño, Luciano Martiniano da Silva, alias ‘Pezao’, uno de los narcotraficantes en la mira de las autoridades brasileñas en su empeño por pacificar las zonas peligrosas de Río antes de la Copa Mundial de Fútbol de 2014.