Sangre en Karachi

20 de octubre de 2007

 El tan esperado regreso de la ex primera ministra Benazir Bhutto a Pakistán se vio empañado por dos explosiones que se produjeron al paso del convoy en que viajaba la hoy dirigente del Partido Popular de Pakistán. Aunque ella salió ilesa, el ataque dejó, hasta el cierre de esta edición, más de 130 muertos. El ministro de Interior, Aftab Sherpao, confirmó que el ataque iba dirigido contra Bhutto y que estaba "destinado a sabotear el proceso democrático". Extremistas vinculados con la red terrorista Al Qaeda la habían amenazado por su apoyo a la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo. En conversación telefónica con Reuters, Haji Omar, un comandante talibán, afirmó que perpetrarían ataques contra la ex ministra como lo hicieron contra el presidente paquistaní Pervez Musharraf. Bhutto permanece en su residencia y dice que a pesar del atentando, no abandonará el país.