PAKISTÁN

Sigue la crisis

17 de noviembre de 2007

La situación de Pakistán se agrava cada vez más. El estado de excepción que dictó el general Pervez Musharraf, considerado un autogolpe, sólo ha conseguido que las protestas de los opositores crezcan, sobre todo desde que cuando detenidos Benazir Bhutto, ex primera ministra y líder opositora, y el dirigente Miran Khan, (foto) ex astro del deporte nacional, el cricket. Bhutto, quien renunció a aliarse con el Presidente, intenta ahora unir a los partidos opositores para que exijan a Musharraf que renuncie no sólo a ser jefe de las fuerzas armadas, sino al poder. Su proyecto es formar un gobierno de consenso nacional para organizar elecciones libres, dijo a la agencia Reuters el senador y asistente de Bhutto, Latif Khosa. Musharraf, por su parte, rechazó el llamado de la dirigente y sostuvo que declaró el estado de excepción para garantizar que las elecciones de enero transcurrieran normalmente. Pero al general, aliado clave de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo, parece estársele saliendo de las manos la situación y cada vez se ve más solo y aislado. La negativa de Bhutto, si duda, es un golpe duro para el mandatario, que creía tenerla de su lado.