MÉXICO

Sin control

4 de noviembre de 2006

Después de cinco meses de protestas ininterrumpidas, la situación en el estado mexicano de Oaxaca se parece cada vez más a una revolución social. Esa capital turística ha sido el escenario de las protestas de maestros, huelguistas y militantes de izquierda que exigen la renuncia del gobernador, Ulises Ruiz, y la sangre ha corrido. La conmoción empezó el primero de mayo, cuando miembros del magisterio entregaron al gobierno local las peticiones del gremio. Al no recibir respuesta, los maestros comenzaron una serie de protestas que se han prolongado hasta los últimos días y que han dejado varios muertos y heridos en enfrentamientos con la Policía estatal. Pese a la conmoción, algunos analistas consideran que más allá de la huelga de maestros, la pobreza extrema y la gran brecha de clases son las verdaderas causas del conflicto, teniendo en cuenta que Oaxaca concentra el 42 por ciento de los municipios más pobres de México. Ante la imposibilidad de firmar la paz en las actuales circunstancias, algunos sectores políticos locales ya admiten que la única forma de solucionar el conflicto pasa por la renuncia de Ruiz. Sin embargo, este mantiene su intención de mantenerse en el poder. Faltando un mes para el traspaso del poder al presidente electo, Felipe Calderón, el mandatario mexicano Vicente Fox admitió que su sucesor heredará el problema. Y muchos en México temen que la violencia y la ingobernabilidad se extiendan a otros estados.