Sin gobierno

Los diez ministros de la organización chiita Hezbolá presentaron su renuncia la semana pasada, lo que provocó la caída del gobierno de unidad en Líbano. Hezbolá pretende presionar al primer ministro, Saad Hariri, para que se aleje del tribunal de la Organización de Naciones Unidas que está investigando la muerte de su padre en un atentado en 2005. Aunque los resultados no han sido publicados, el año pasado se filtró a los medios que la ONU tenía previsto culpar del magnicidio a miembros del partido chiita. Hezbolá ha rechazado estas acusaciones y se ha empeñado en impedir que la investigación sea divulgada. Por ahora es prácticamente imposible que se forme un gobierno nuevo, así que Líbano entrará en un periodo de parálisis política con miembros interinos mientras se resuelve el tema del tribunal. Muchos temen que estalle de nuevo la violencia, que afectó a ese país entre 1975 y 1990.