Sorpresiva elección

22 de noviembre de 1993

LA SELECCION QUE hizo la Academia sueca para otorgar el Premio Nobel de Economía tiene sorprendidos a los analistas. No porque hubiera escogido a dos personajes que, a pesar de su prestigio académico, no gozan de renombre internacional, cosa que sucede casi todos los años, sino porque, por primera vez desde que se estableció el galardón, los ganadores no fueron expertos en teoría económica ni en econometría, sino en historia económica: Robert Fogel, de la Universidad de Chicago, y Douglas North, de la Universidad de Washington, en San Luis.
La decisión, sin embargo, ha sido elogiada. Con ella se rompe de alguna manera la tendencia a considerar que los avances de la ciencia económica tienen que estar relacionados con el desarrollo de la matemática, y se reconoce la importancia de las instituciones sociales en el crecimiento económico. Premiados por sus aportes pioneros a la "nueva historia económica", Fogel y North son un estímulo para los profesionales que, no obstante el apabullante auge de los "modelos", persisten en contar historias como elemento esencial de la disciplina económica.