Un Papa entre anglicanos

Por primera vez un papa pisó suelo británico en calidad de jefe de Estado.

18 de septiembre de 2010

Por primera vez un papa pisó suelo británico en calidad de jefe de Estado. La visita de cuatro días de Benedicto XVI al Reino Unido se vio empañada por las numerosas acusaciones de pederastia en la Iglesia católica y por manifestaciones contra las posiciones conservadoras del sumo pontífice en relación con el aborto, el control natal y la ordenación de mujeres y homosexuales. El jueves, después de ser recibido en Edimburgo como cualquier gobernante temporal, el Papa, de 83 años, se mostró contrito ante la reina Isabel II y dijo que siente tristeza porque la Iglesia no ha sido "vigilante, veloz ni decidida para tomar las medidas necesarias" respecto a los casos de pederastia. Por su parte, la Reina, jefe de la Iglesia anglicana, resaltó la necesidad de una mayor confianza entre las religiones. El Pontífice se reunió también con autoridades políticas británicas. En cualquier caso, la presencia del Papa en tierra protestante es un ejemplo de tolerancia religiosa.