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“Rivera me parece un personaje exótico en este gobierno”

EN PLATA BLANCA

"A cada presidente le llega su hora"

Al cumplir 25 años de ejercicio profesional, Vladdo habló sobre sus relaciones con el poder y su defensa de la independencia. No dejó títere con cabeza.

María Jimena Duzán
12 de marzo de 2011

María Jimena Duzán: Desde que llegó Juan Manuel Santos a su palacito, da la impresión de que esa caricatura anda varada. ¿Será que Santos nos resultó un Santo?

VLADDO: No se preocupe por el palacito, que va bien. Lo que pasa es que la gente se acostumbró al de Uribe, que duró ocho años y que terminó con más adornos que Andrés Carne de Res. El gobierno de Juan Manuel Santos solo lleva ocho meses y todavía no hay qué colgarle. Pero en la medida en que se produzcan hechos sobrevinientes, aparecerán esos elementos. Nadie se acuerda de que al comienzo el palacito de Uribe parecía una zona de despeje. A cada presidente le llega su hora. Por lo pronto, lo rebauticé y ahora se llama El Santuario.

M.J.D.: Pero ya hay cositas: el presidente Santos dijo que no quería reelegirse. Hubiera podido colgarle un pendón en El Santuario que dijera "no a la reelección".

VLADDO: ¿Perdón? ¡Esa es una prueba de que sí se va a reelegir! Santos es especialista en hacer todo lo contrario de lo que dice que va a hacer. Ahora está haciendo todo lo que prometió Mockus, a pesar de que durante la campaña fue su gran opositor.

M.J.D.: La no re-reelección de Uribe fue una buena noticia para la democracia, pero me temo que para los caricaturistas fue una pérdida irreparable.

VLADDO:
No creo. Yo llevo ocho presidentes y nunca me ha faltado trabajo. Empecé con Belisario y, luego, con Barco, Gaviria, Lemos, Samper, Pastrana, Uribe y Santos. Cada vez que hay cambio de gobierno a uno le dicen lo mismo: "Mire, usted se quedó sin trabajo". Sin embargo lo que a la gente se le olvida es que los gobiernos siempre terminan dando papaya. Y afortunadamente el presidente Santos ha nombrado a ministros como Rivera, a quien bauticé Riverita…

M.J.D.: Rivera no es santo de mi devoción, pero me parece que se están ensañando contra él sin tener muchos argumentos…

VLADDO:
A mí él me parece un personaje exótico, porque va en contravía de lo que está haciendo este gobierno. Cada vez que sale a hablar uno se acuerda de la jerga de Uribe y su lenguaje trasnochado se me hace parecido al de Fernando Londoño.

M.J.D.: Veo que Riverita se va a convertir en una mina para los caricaturistas…

VLADDO: No, se equivoca. La mina es Carlos Rodado Noriega, que es una versión de Carlos Holguín, pero con insomnio. Me decía un funcionario de ese ministerio que en Santurbán hay un montón de minería ilegal pero que si se trataba de explotar el oro, sería mejor que lo hiciera una multinacional. Es decir, que si a uno lo va a robar alguien es mejor que lo haga un profesional y no un ratero cualquiera. Con esa tesis no estoy de acuerdo.

M.J.D.: Otra fuente de inspiración podría ser el vicepresidente Garzón, quien dijo esta semana que en el país había una tradición importante de preservar que era la de proteger a los expresidentes… La frase sirve para reactivar la caricatura de El Gordo y El Flaco, ¿no le parece?

VLADDO: Yo diría que esa frase es de estadista: ¡Podemos decir que es de un sindicalista defendiendo a un sindicado!

M.J.D.: Claro que, hablando de frases, la de Miguel Nule es insuperable: dijo que la corrupción es inherente al ser humano.

VLADDO: Sí, pero yo creo que la dijo mal: debió decir que la corrupción es inherente al ser…hermano. Esa va a ser una caricatura que me temo va a salir en esta edición.

M.J.D.: Pero no me va a negar que hay ciertos acercamientos suyos con este gobierno. El último número de su periódico 'Un Pasquín', viene con pauta del Ministerio del Interior. ¿Se volvió vargasllerista?

VLADDO: Para nada. Lo que hice fue ir a donde el ministro del Interior a proponerle que apoyara un proyecto de periodismo independiente ya que estaban en esa tónica conciliadora.

M.J.D.: ¿Y eso de pedir pauta no le quita independencia?

VLADDO: No creo. Si el gobierno pauta en El Tiempo, ¿por qué no va a poner anuncios en Un Pasquín? ¿O es que solamente les interesa ponerlos donde los aplauden?

M.J.D.: A propósito, ¿desde hace cuánto le dice a 'El Tiempo', 'Le Miento'?

VLADDO:
Se lo puse en 2002, porque le tapaba todo a Uribe. El Tiempo tiene muchas noticias, pero en casos neurálgicos el periódico se ha marginado de cosas espinosas, como cuando fue capturado Mario Uribe en 2008. En todos los periódicos del mundo salió la noticia de que había sido capturado el primo del presidente Uribe por sus relaciones con el paramilitarismo. Pero El Tiempo tituló en la primera página 'Ambiente político al rojo vivo'.

M.J.D.: ¿No le parece que en este país es más fácil criticar al gobierno que meterse con los medios?

VLADDO:
Aprendí de Osuna que uno también tenía que ser crítico de los medios en que trabaja. En SEMANA he hecho caricaturas de Felipe López, de Alejandro Santos. Como también las hice de Álvaro Gómez en El Siglo. SEMANA y El Espectador son los únicos medios en los que se hacen caricaturas de los dueños y de los directores. Y si yo critico a la propia revista en que trabajo, ¿por qué no voy a poder criticar a otros medios o a otros periodistas cuando meten la pata? ¿Cómo no voy a pintar una caricatura de la ambivalencia de Plinio o de María Isabel?

M.J.D.: ¿Recuérdeme cuál fue la última caricatura de Felipe López?

VLADDO: Cuando SEMANA cumplió veinte años. Lo saqué diciendo una frase de él: "Mucha gracia haber llegado hasta donde estoy después de haber nacido con todo". Pero también pinté a su papá, a sus hermanos y Felipe nunca me ha dicho nada. Solo una vez me hizo un reclamo por una caricatura de Samper que no quiso publicar: esa fue la única vez que tuve censura en esta revista. Yo llevaba poco en SEMANA y recuerdo que a partir de ahí acordamos que él no volvería a ver las caricaturas antes de publicadas y hasta hoy esa promesa la ha cumplido. Pero también he pintado a toda la familia del director de la revista. A su tío, que es el presidente, a sus primos y a su papá, Enrique Santos, a quien pintaba de lambón con Uribe. Sin embargo, Alejandro jamás se ha metido y ha sido muy respetuoso de mi trabajo. Álvaro Gómez tampoco me dijo nunca nada, a pesar de que yo le hice unas cuantas caricaturas cuestionándolo por haberse sentado con el M-19, luego de su secuestro.

M.J.D.: Tengo entendido que usted estuvo en 'El Tiempo' varias temporadas. ¿Por qué no se lo aguantaron?

VLADDO: Me invitaron a trabajar tres veces y las tres me echaron, porque según la propia filosofía del periódico, El Tiempo no es ni liberal ni conservador, sino gobiernista.

M.J.D.: Ahora es columnista de 'El Nuevo Siglo'. ¿Le ha ido bien con Juan Gabriel Uribe?

VLADDO: Llevo varios años escribiendo una columna y he escrito incluso contra las directivas del Partido Conservador, y nunca me han dicho nada. El Nuevo Siglo es un buen periódico. Cuando hace oposición y es más independiente es mejor, pero cuando se vuelve gobiernista no me gusta.

M.J.D.: En una de sus últimas columnas usted renuncia al Partido Verde.

VLADDO: Sí. Apoyé al Partido Verde durante la campaña porque vi en la ola verde una manera decente de hacer política. Por eso reaccioné cuando vi que el Partido Verde terminaba de aliado del promotor del 'todo vale'. Antanas me mandó una carta diciéndome que reconsiderara mi posición y le devolví otra diciéndole que los que tenían que reconsiderar su posición eran ellos. Uno tiene que ser consecuente…

M.J.D.: No lo tome tan a pecho…

VLADDO: ¿Cómo que no? Si la gente mira mis caricaturas a lo largo de estos 25 años sabe qué pienso del aborto, de la guerrilla, de la corrupción. Mis caricaturas son opiniones en dibujos y generalmente no son chistosas. A mí no me interesa ser un cuentachistes, me gusta que la gente tome posiciones y no se quede en la indecisión. Infortunadamente en esa onda entró el Partido Verde y somos tan de malas que cuando salen de sus dudas se deciden por Uribe. ¡No jodaaaa!... ¡Eso ya es demasiado!

M.J.D.: Yo, que soy twittera, creo que usted es un twittadicto. ¿Cuántos trinos hace al día?

VLADDO: Sí. Soy un twittofílico, qué le voy a hacer. Hay días en que hago por ahí veinte, pero otros no más de cinco. Es un buen método de acercarse a la gente y de intercambiar ideas.

M.J.D.: Hasta se inventó 'los twintos'…

VLADDO: Así se llama una reunión de twitteros para tomar tinto. Y a los que no les gusten mis trinos les aplico la twittanasia: de esa forma quedan bloqueados. El Twitter sirve para conocer facetas íntimas de las personas que de otra forma no se sabrían. Por ejemplo, por Twitter he podido saber que Uribe y sus hijos tienen ortografía de cabayo, con ye. Yo ya tengo 50.000 twitadictos que me siguen. Es como tener una emisora.

M.J.D.: ¿Como Julio Sánchez Cristo?

VLADDO: No, porque a mí no me pagan las millonadas que a él le pagan ni le echo cepillo a nadie.