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La senadora Viviane Morales y el psiquiatra infantil Kyle Pruett. | Foto: Fotomontaje SEMANA

ENTREVISTA

“Me decepcionó que Viviane Morales usara mi investigación”: Kyle Pruett

El psiquiatra infantil de Yale afirma que la senadora escogió apartes de sus estudios de forma conveniente para sustentar su propuesta de referendo sobre la adopción de parejas gay.

20 de agosto de 2016

El debate sobre la adopción de parejas del mismo sexo en Colombia sigue al rojo vivo por cuenta del referendo que promueve en el Congreso la senadora Viviane Morales. Pero dentro de su argumentación hay referencias a estudios científicos, como Role of the Father (1998), del psiquiatra infantil Kyle Pruett, que fueron sacados de contexto. Semana.com habló con el experto para establecer sus postulados.

SEMANA: Usted ha trabajado más de 30 años en psicología y psiquiatría infantil, ¿hay conclusiones generales que pueda compartir sobre el crecimiento y desarrollo de los pequeños?

Kyle Pruett: Las hay. Antes había una puja para definir que importaba más entre ‘nature’ y ‘nurture’, es decir entre quién era el niño y cómo llegaba al mundo, y cómo se le cuidaba y se le educaba. Ahora, luego de 40 años de experiencia, para mí es claro que se trata de una sumatoria: lo que importa es cómo se protege y cuida esa naturaleza. La manera en que los niños desarrollan relaciones con las personas que los cuidan, y qué tan consistente y sensible es ese cuidado son cruciales y determinan resultados positivos, o no… En mi carrera entendí la importancia de que la manera en la que los padres manejan el crecimiento de sus niños es crucial para el futuro. Por eso dejé la pediatría y me enfoque en psiquiatría, pensé que en ese campo mi trabajo tendría más impacto.

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SEMANA: ¿Cómo evalúa el impacto que ha tenido su trabajo?

K.P.: No somos el mejor juez cuando se trata de hablar de nosotros mismos, pero sí he tratado de establecer la importancia de los tres primeros años de vida para la salud y la mente. No se pensaba así cuando estudié medicina, se creía que había que esperar a que llegara a la escuela para analizar lo importante y resulta que es todo lo contrario. El cuidado sensible de niños y bebés, mientras sus cerebros se desarrollan rápidamente es crucial. También he postulado la importancia de los hombres en la vida de los niños y niñas, y su contribución distinta a la de las mujeres. Los niños que se benefician de esos dos estilos combinados, pues manejan más fácilmente el mundo. Mi interés principal de estudio ha sido el del involucramiento masculino con los niños, especialmente en familias en riesgo, que luchan contra la enfermedad, el desempleo o la pobreza. Cuando la figura masculina, que no tiene que ser el padre, se mantiene unida en esos días duros, los niños desarrollan una resiliencia útil para su existencia.

SEMANA: Usted exalta la importancia de los hombres en el crecimiento. Atando esa frase al contexto colombiano, ¿cómo diferenciar entre esa importancia del hombre y creer como la senadora Morales que la crianza por padres del mismo sexo afecta el desarrollo de los pequeños?

K.P.: Me sorprendió y me decepcionó saber que la senadora Morales usó mi investigación para sustentar su oposición al matrimonio y eventual adopción de parejas del mismo sexo porque no hay nada en mi investigación que lo soporte. Yo hablo de la importancia de los hombres en la vida de los niños, sin insistir en que tengan un lazo biológico, que deban ser heterosexuales, o siquiera deban estar casados. Ella y su equipo de trabajo han escogido unas cuantas frases de mi trabajo que le servían perfectamente para apoyar su tesis y persuadir desde la ciencia.

No es la primera vez que me pasa. James Dobson, un líder cristiano en mi país condenó fuertemente a Mary Cheney, la hija lesbiana del ex vicepresidente Dick Cheney, por querer adoptar. Usó apartes de mi trabajo para sustentar su crítica y concluir “pobre criatura”.

Ni en ese caso ni en este digo lo que me atribuyen. Mi búsqueda habla de esa importancia del hombre en la vida del niño. Y en el caso de parejas del mismo sexo, los y las motivamos a esforzarse a involucrar en la vida de sus niños a personas adultas del género opuesto para darles ese contacto, interacción, juego y disciplina, aspectos que le enseñan cómo comportarse con el paso del tiempo.

Los hombres sirven un propósito para preparar a los niños a un mundo ‘más allá de la madre’, y esa es una contribución importante. Yo traté de hablar con James Dobson sobre esto y él no respondió. Le interesaba enfocarse en los ‘valores’ más que en la ciencia, pero le escribí que si iba a usarlo con estos propósitos, que yo no apoyo ni sustento de ninguna manera, escucharía de mí. Y la senadora Morales sabrá de mí. Con la intención de aclarar lo que postulo y expresar mi inconformidad, escribí una carta al Congreso colombiano apenas supe cómo se estaba usando mi investigación.

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SEMANA: Decenas de artículos de medios como CNN e incluso Fox plantean que el debate terminó, que crecer en un hogar con padres o madres gays y lesbianas no hace diferencia en el desarrollo humano y social de los pequeños. Desde el punto de vista científico, ¿qué tanto tiempo se está perdiendo en debatirlo?

K.P.: Es peor que una pérdida de tiempo, es una distracción del problema real, niños que necesitan una familia. Este es un argumento de valores, no de ciencia. No soy católico, pero hasta el Papa ha pedido pensar estos temas de forma distinta. Él quizás diría que estamos perdiendo el tiempo. Soy cristiano, conozco las escrituras, y me preocupo profundamente por los niños que necesitan familias. Y me parece trágico agarrarnos de este tema para negarles esa oportunidad. El debate sí terminó. Hay ciencia, excelente ciencia producida por Abbie Goldberg, una colega mía (Universidad de Massachussetts) que estudia la crianza de gays y lesbianas. En algunos de los casos, Abbie ha observado que incluso en ciertos casos padres gays hacen un mejor trabajo que padres heterosexuales, y para ciertos niños puede resultar incluso benéfico, pues no se enfrascan en los conflictos clásicos de “quién lo hace bien”. No es regla general, pero Goldberg postula que es necesario mantener la agenda personal fuera del debate, y que hay que mantener la cabeza abierta. La enorme capacidad de uniones humanas de criar hijos bien y con amor. Hay cientos de miles de niños cuyas vidas serán más cortas y duras de lo necesario por no contar con una familia, y eso sucede en todo el mundo.

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SEMANA: Cuéntenos cómo se debatió este tema en Estados Unidos, donde hoy la ley permite matrimonio y adopción de parejas del mismo sexo.

K.P.: Fue una lucha muy fuerte porque los conservadores actúan como si tuvieran a Dios de su lado y el resto solo quisiera poner en peligro a la humanidad. Hay movimientos anticientíficos a los que les resbala la ciencia en temas como vacunas, adopción de parejas del mismo sexo… ¡incluso los efectos de la vitamina K! De hecho, por eso la lucha continúa en Estados Unidos.

Según la ley es relativamente fácil adoptar, pero estado a estado la historia es distinta. Los más conservadores tratan de desmontar algunas de las decisiones federales tomadas por la Corte Suprema. Yo vivo en una parte muy liberal. Si yo fuera gay o lesbiana y quisiera adoptar, vendría a Massachussetts y me alejaría de, por ejemplo, Mississippi. Hay muchas parejas en esta comunidad que se mudaron aquí pues les hicieron la vida imposible, y además sus hijos sufrieron matoneo en la escuela. Ideológicamente es un tema cerrado, pero en la práctica muchos sectores oponen todavía una fuerte resistencia.

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SEMANA: ¿Algún consejo para el debate en Colombia?

K.P.: Involucrar voces pertinentes y hablar desde la verdad, decir las cosas como son. Para la senadora Morales probablemente valores que sustentan la adopción y el matrimonio homosexual son errados, y tiene todo el derecho a pensar así, pero no puede escoger de mi ciencia para apoyar su argumentación. Y eso digo en mi carta.