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Al oído de Uribe

En un nuevo libro de Carlos Holmes nueve ex consejeros de Paz le dan sus recomendaciones al Presidente sobre cómo ven el conflicto y cómo iniciar un nuevo proceso de paz en Colombia.

7 de diciembre de 2002

En un momento en el que la ofensiva de las Fuerzas Militares y la nueva política de seguridad del gobierno le han devuelto la confianza a una buena parte de los colombianos sobre la posibilidad de ganarles la guerra a los grupos armados, un puñado de ex altos comisionados y consejeros para la Paz cree que si bien el uso de la fuerza y la autoridad son necesarias, la única salida al conflicto que vive el país es a través de una negociación política.

Por lo menos esta es una de las muchas conclusiones y planteamientos publicados en el libro Al oído de Uribe, editado por el ex ministro, ex constituyente y ex alto comisionado de Paz Carlos Holmes Trujillo. Durante varias semanas este cartagüeño, ex alcalde de Cali, se dio a la tarea de entrevistar a los protagonistas de la paz de los últimos gobiernos para hablar sobre las Farc, el ELN, las autodefensas, el canje, la Corte Penal Internacional, la zona de distensión y las Fuerzas Militares, entre otras

Una de las preguntas, que le da el título al libro, es que si cada uno ellos pudiera hablarle al oído al presidente Uribe, qué consejo le daría. Esto fue lo que contestaron Camilo Gómez, Víctor G. Ricardo, José Noé Ríos, Daniel García-Peña, Carlos Eduardo Jaramillo, Ricardo Santamaría, Horacio Serpa Uribe, Rafael Pardo Rueda y Carlos Ossa Escobar. El libro debe ser de lectura obligada en estas vacaciones para el actual comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, ya que este es un país amnésico, que no aprende de los errores del pasado y que ya ha repetido la historia como tragedia y como comedia.

Camilo Gómez Alzate
Para eso el presidente Uribe tiene muy buenos consejeros. Yo sólo podría aportarle el conocimiento y experiencia obtenidos después de estar casi tres años en las conversaciones con la guerrilla. Creo que el Presidente y sus consejeros sabrán sopesar las expectativas que genera la ilusión de un triunfo militar con la necesidad de una salida política. Hasta el momento el Presidente ha dejado entrever que las puertas de la negociación no están cerradas pero el mensaje debe ser aun más claro.

Víctor G. RicardoQue continúe fortaleciendo las instituciones del Estado y paralelamente se la juegue por una paz negociada del conflicto. Que conduzca a ponerle fin a más muertes, desplazamiento y desolación, porque el fin último de todos los colombianos es la reconciliación y la concordia.

José Noé Ríos
Señor Presidente, tenga en cuenta que todos los procedimientos que está utilizando para la búsqueda de la convivencia entre los colombianos pueden y deben ser revisados, y tenga en cuenta que todo puede modificarse en la medida en que las circunstancias y los análisis lo ameriten, menos el compromiso de buscar la paz? El gobierno debe coger el liderazgo político, revisar con ánimo constructivo lo que se está haciendo y no dejar todo a la fuerza de la confrontación.

Daniel García Peña
Que no repita tanto que se están haciendo contactos discretos y confidenciales, que no olvide el corazón grande del todo y que de vez en cuando le pare bolas a la letra de la música que escucha Lina.

Horacio Serpa Uribe
Francamente, ni le podré hablar al oído ni creo que él esté dispuesto a escucharme sobre un tema del que tiene definiciones claras y una estrategia que salta a la vista. Otra cosa es que unas y otra sean las adecuadas, pero el tiempo sólo lo dirá. Hago votos porque el gobierno, la Fuerza Pública y el país en general entiendan que la convivencia no depende solamente del uso de la fuerza, que ayuda si se aplica oportuna y correctamente. Si no se logra la recuperación de la economía, de manera tal que se pueda sostener la acción militar y al mismo tiempo brindar soluciones reales a la comunidad, el fracaso vendrá por el lado social?

Es cierto que el país se ve encerrado en un círculo vicioso: no hay paz porque no hay soluciones sociales; no hay soluciones sociales porque la economía no produce para ellos; la economía no funciona adecuadamente en tan deplorable estado de guerra; y la guerra se extiende en un ambiente de pobreza y de carencia. Precisamente la responsabilidad gubernamental está en romper esos paradigmas y hallar el camino adecuado. Sé que el gobierno lo buscará con afán; ojalá lo encuentre.

Carlos Ossa Escobar
Le aconsejaría diseñar una estrategia que impulsara la transformación económica, política y social de las zonas afectadas por el conflicto armado; le diría que en las llamadas 'zonas de rehabilitación' no es suficiente con la presencia militar y con las medidas de excepción adoptadas. Le sugeriría replantear el Plan Colombia para concentrar sus recursos en los territorios afectados por la violencia, de tal forma que se redistribuyera la propiedad rural y se atendieran las necesidades de los campesinos a través de una propuesta de desarrollo que les devuelva la confianza en las instituciones del Estado. Finalmente, le diría que cambiar el discurso de la guerra por el de la reconciliación no se contradice con su propósito de recuperar la autoridad del Estado, sino que más bien contribuiría a sentar progresivamente las bases para reanudar un proceso de paz que permita una negociación política con los movimientos insurgentes. En lugar de mano dura, mano tendida, y además de corazón grande, pulso firme, como lo enseño el presidente Barco.

Rafael Pardo Rueda
Ni las Farc ni el ELN tienen como propósito central el control de territorios o de sembrados de coca o del petróleo. Estos son un objetivo transitorio, económico del conflicto, pero no su propósito final. Lo que quiere la guerrilla es el poder político, nada más que eso, pero tampoco nada menos. No el poder en el Caquetá o en el Guaviare, ni el control de alcaldías, es el poder en Bogotá, en la séptima con séptima, y es por lo que están luchando y lo que está en la mesa de negociación.

Para que todos tomen en serio la negociación debemos afrontarla como la idea, no de que hay que ceder, sino de cuánto se puede ganar. En esta actitud se deberían preparar los sectores sociales y políticos que vayan a negociar la agenda? La confianza en la negociación de paz, por parte de la ciudadanía, depende de que se vea a este proceso como transparente, en el cual los procedimientos democráticos estarán vigentes y no hay cartas marcadas. Entrar a negociar con la actitud de ceder es entrar perdiendo y eso le quita toda credibilidad al proceso.

Carlos Eduardo Jaramillo
Que una negociación de paz viable y un proceso breve sólo se conseguirá si logra modificar del lado de las instituciones del Estado la correlación de fuerzas que hoy caracteriza el conflicto.

Ricardo Santamaría
Que nunca abandone la posibilidad de adelantar diálogos de paz con los subversivos. Esa bandera nunca la puede perder el Estado. Que busque un amplio y permanente consenso internacional para aislar a los grupos guerrilleros y así obligarlos a negociar. El camino que inició en este frente el presidente Pastrana es el correcto y el gobierno debe persistir en ello con una política de Estado.

Lo que le diría el autor
Le diría que siga combatiendo con toda firmeza a los violentos, que diseñe un plan de emergencia para desactivar la bomba social, que prepare desde ya el proceso de negociación con los alzados en armas, y que globalice la búsqueda de la convivencia mediante la diplomacia por la seguridad y la paz, con la finalidad de buscar el apoyo internacional tanto a dicha negociación como a las fuerzas del Estado. Y le sugeriría, con respeto y afecto, que tenga presente a Shimon Peres cuando dijo: "La diferencia entre la guerra y la paz es que en la guerra los padres entierran a sus hijos y en la paz los hijos entierran a sus padres".