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Lyons, ahora verdugo de Bustos, Ricaurte y Tarquino

Las evidencias que comprometen a los tres exmagistrados de la Corte Suprema provienen del ex gobernador de Córdoba, quien ya puso al borde de la extradición al exjefe anticorrupción Gustavo Moreno.

16 de agosto de 2017

Del mismo creador de “Atrapen al Jefe Anticorrupción de la Fiscalía por Corrupto”. Ahora: “La Corte Suprema de Colombia también…” Se trata del exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Musckus, cuya colaboración con la DEA ya fulminó al exfiscal Gustavo Moreno, quien pasó de su despacho en el búnker de la Fiscalía a una celda de La Picota donde aguarda su proceso de extradición a Estados Unidos. La misión que cumplió Lyons en Miami golpea, de entrada, a tres exmagistrados del máximo tribunal de justicia: José Leonidas Bustos Martínez, Francisco Javier Ricaurte Gómez y Camilo Tarquino.

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Las evidencias que obtuvo la DEA a través Alejandro Lyons se empezaron a cocinar luego de que el exgobernador hizo saber a la cúpula de la Fiscalía de Colombia que estaba siendo “extorsionado” por el entonces jefe de la unidad anticorrupción Gustavo Moreno. El fiscal general Néstor Humberto Martínez habló con funcionarios de la justicia estadounidense y estos encomendaron a investigadores de la DEA para que contactara a Lyons, en Miami, y prepararan un plan que permitiera develar la tramoya.

Luego de varias entrevistas con agentes de la DEA –en los primeros días junio pasado– Alejandro Lyons empezó a moverse por la capital de la Florida con micrófonos bajo la camisa, en un automóvil cableado y con sus líneas telefónicas monitoreadas por la inteligencia gringa. Aguardó a que el abogado Leonardo Pinilla, ahora en autos conocido con el alias de Porcino, lo contactara para insistirle por un multimillonario pago con destino a él mismo y al entonces fiscal Moreno, todo con la promesa de que sus líos frente a la justicia colombiana tendrían un buen desenlace. Y así ocurrió. Pinilla lo contactó para insistirle por el turbio negocio. Para entonces Lyons ya seguía un libreto dirigido por la DEA. Y su misión era obtener pruebas que desenmascaran al propio abogado Pinilla en asocio con el fiscal Moreno.

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Siguiendo ese objetivo Lyons le hizo exigió a Pinilla, inicialmente, hablar directamente con Gustavo Moreno, aduciendo que temía que su plata se extraviara en intermediarios. Fue así que surgió el apuro de realizar una reunión en Miami. Y el fiscal Gustavo Moreno encontró la forma más discreta de hacerlo el 15 de junio cuando viajó a Miami en comisión oficial para atender un asunto académico pero con la secreta resolución de entrevistarse con Lyons y Pinilla para concretar el recibo de la coima a su favor. El siguiente paso de Lyons, ya reunido frente a frente con el fiscal y Pinilla en la zona de Doral, fue manifestarles que no estaba seguro de hacer el pago pues sospechaba que ellos no tuvieran la capacidad real de despejarle su horizonte frente a la justicia colombiana. Pinilla y Moreno mordieron el anzuelo, sin saber que todo estaba siendo grabado por la DEA.  

Los líos judiciales de Lyons connotan al menos veinte delitos supuestamente cometidos por él cuando fue gobernador, es decir que se trata de un aforado cuyo juez es la Corte Suprema de Justicia. A eso se refería Lyons cuando dijo no creer que el jefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía y su amigo Porcino podrían influir en el alto tribunal, y para darle confianza estos hicieron un recuento amplio que les posicionaba con una influencia ya probada. Fue entonces cuando en la reunión, y en boca de Pinilla, surgieron los nombres del exmagistrado Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte, referidos como fichas suyas, así como los resultados de varios procesos litigados ante la Corte Suprema de Justicia, concretamente fue mencionado el caso del expresidente del Congreso Hernán Andrade, el hoy senador Musa Besaile y el exsenador y exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos. En la reunión también afloró el nombre del expresidente de la Corte Suprema Camilo Tarquino Gallego. La Fiscalía dice que las escandalosas escuchas trasladadas por la DEA a Colombia se mencionan “solicitudes de suma de dinero o pagos que se habrían hecho”.

Como se sabe, el senador Andrade fue absuelto por la Corte Suprema y su defensor fue el abogado Gustavo Moreno, quien más tarde llegó a la jefatura anticorrupción de la Fiscalía. También como penalista Moreno, en asocio con Pinilla, adelantó la defensa del exgobernador Ramos cuyo veredicto está aún por conocerse en la Corte Suprema, pero en el cual logró demostrar que los testigos que lo habían incriminado eran falsos. Por esta razón, la Corte Suprema lo dejó libre a comienzos de 2017, después de varios años de detención preventiva. El caso de Musa Besaile, el mayor barón electoral del partido de la U, se remite a tres indagaciones preliminares que cursan ante la Corte Suprema de Justicia sin avances aunque algunas tienen varios años allí. Una de estas incluso data de los expedientes de la parapolítica, es decir, un expediente que ha dormido el sueño de los justos por más de once años en la Corte. Besaile también contó con Moreno como su defensor ante la Corte, el senador además ha ocupado recientes titulares de prensa porque su nombre aparece como uno de los supuestos favorecidos en el reparto de sobornos de la multinacional Odebrecht. 

Tras la exposición de Pinilla y Moreno ante Lyons para demostrarle que sus alcances eran reales y los resultados efectivos, el exgobernador continuó con el libreto señalado y fijó una nueva cita para hacerles un primer pago. Lo demás es historia bien conocida: Lyons, Moreno y Pinilla se reunieron nuevamente, al otro día, en el centro comercial Dolphin Mall. Primero en un baño y luego en el parqueadero donde el exgobernador entregó un par de fajos de dólares. El dinero estaba marcado y su trazabilidad quedó registrada por la DEA en coordinación con los agentes de inmigración del aeropuerto quienes le confiscaron al fiscal Moreno un par de aquellos billetes de cien dólares cuando se disponía a abordar un vuelo de regreso a Colombia, donde fue capturado a los pocos días. Lo que no se sabía es que las reuniones de Miami que produjeron una aguda crisis en la Fiscalía podrían también poner a temblar los cimientos de la Corte Suprema de Justicia.

La fiscalía dio traslado de la evidencia que compromete los nombres de los senadores Andrade, Ramos y Besaile a la Corte Suprema, así como lo relacionado con los exmagistrados Bustos y Ricaurte. El máximo tribunal, tras acusar recibo, hizo lo propio y compulsó el expediente a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, que es el órgano responsable de juzgar a los exmagistrados por actos ocurridos en el ejercicio de sus magistraturas.

Todo indica que la situación del ex magistrado Camilo Tarquino es distinta, pues el Fiscal general trasladó las evidencias en las que su nombre aparece, a un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia de lo que se deduce que las supuestas actuaciones irregulares del “abogado Camilo Tarquino” se habría dado luego que concluyó su periodo como magistrado. Esto lo dejaría en una situación más díficil que a sus colegas, pues ellos tendrían que atravesar antes de ir al proceso penal un proceso político ante la Comisión de Acusaciones en el Congreso, la plenaria de la Cámara de Representantes y el Senado. Por el contrario, Tarquino podría ser inmediatamente investigado por la Fiscalía.

En síntesis, la evidencia obtenida por el exgobernador Alejandro Lyons a instancias de la DEA resultó ser una certera guillotina. La cabeza del exfiscal Gustavo Moreno ya rodó, y ahora acaba de poner en capilla a tres exmagistrados y a varios congresistas. Por si fuera poco, aún está por determinarse la colaboración que negocia el exgobernador con la justicia colombiana. Más de uno aguarda con el rosario en la boca. El ventilador de Alejandro Lyons en Colombia será otra película de horror y vergüenza.