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Víctor Correa (Polo), Alirio Uribe (Polo), Angélica Lozano (P. Verde) Óscar Ospina (P. Verde) Inti Asprilla (P. Verde) y Ángela María Robledo (P. Verde). | Foto: Archivo particular.

REFRENDACIÓN

El agrio recibimiento a Ordóñez en la Cámara de Representantes

El exprocurador regresó al Congreso tres meses después de haber sido destituido. Sus contradictores le prepararon una pancarta y hasta lo silbaron en el Salón Elíptico.

30 de noviembre de 2016

Alejandro Ordóñez era la gran novedad del debate de refrendación en la Cámara de Representantes. Estaba anunciado para intervenir entre los voceros del No, junto a los mismos que habían hablado 24 horas antes en el Senado.

Su presencia en el Capitolio también era novedad. Su primera vez como exprocurador, después de que tenía dominio absoluto del Congreso, como un ciudadano más. Pero con ocho años de antecedentes de las más duras confrontaciones políticas, precisamente por sus posiciones ideológicas, la intervención de Ordóñez prometía.

A la Cámara de Representantes se le desprecia con la expresión de cámara baja. Tienen representación todos los departamentos del país, y su perfil es menor al del Senado. Se entendió que el exprocurador había preferido debatir con los representantes, y hacerle el quite a la caldera del Senado. Pero salió lo contrario.

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Si en algo se ha caracterizado la actual Cámara de Representantes, la que fue elegida en el 2014, ha sido por la crispación con que han condimentado los debates. Allí se encuentran congresistas como María Fernanda Cabal, Angélica Lozano, Álvaro Prada, Germán Navas Talero, parlamentarios que no tienen pelos en la lengua, por el contrario hay que ponerles freno para evitar que se excedan.

Angélica Lozano y sus colegas de la Alianza Verde le tenían preparado un recibimiento. Tan pronto Ordóñez subió al atril desplegaron un cartel con cuatro palabras: “Ordóñez anulado por corrupto”.

El cartel fue el primer detonante. La Cámara de Representantes volvió a tener minutos de gritos entre unos y otros, y rechiflas cuando el presidente de la Cámara, Miguel Pinto, intentaba controlar la situación. El lugar común de que el Congreso parecía una plaza de mercado. Más bien parecía esas grescas a gritos entre futbolistas que solo tienen que calmarse en el medio tiempo. Pinto tuvo que decretar un receso de 15 minutos, fue la única manera de calmar los ánimos.

Ordóñez pudo intervenir y reiteró las críticas que ha venido haciendo al nuevo acuerdo de paz. En el salón elíptico, donde los políticos preparan sus mejores palabras, el exprocurador habló de conejo al plebiscito y de que el acuerdo había sido maquillado.

La Cámara de Representantes avanza en el debate de refrendación. Si culmina este miércoles la tarea, el día D del que han hablado el Gobierno para implementar el acuerdo con las FARC, podría llegar este mismo jueves.