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De izquierda a derecha: Ricardo Arias, Alex Vernot y Daniel Raisbert también quieren gobernar Bogotá. | Foto: SEMANA

BOGOTÁ

Arias, Vernot y Raisbeck: los otros candidatos

Los tres hacen parte del ramillete de candidatos desconocidos que le apuntan al voto de opinión para ganar la Alcaldía de Bogotá.

4 de agosto de 2015

El abanico de quienes buscan quedarse con el segundo cargo más importante del país, la Alcaldía Mayor de Bogotá, es amplio y diverso. Son nueve candidatos, pero tres de ellos hacen parte del lote de rezagados que no encabezan las encuestas y que, incluso, son desconocidos por una parte de los votantes.

A los nombres de Enrique Peñalosa (Equipo por Bogotá), Rafael Pardo (Unidad Nacional), Clara López (Polo), Francisco Santos (Centro Democrático), María Mercedes Maldonado (Progresismo) y Carlos Vicente de Roux (Alianza Verde), se suman tres candidatos que no tienen el mismo reconocimiento y aparecen en los últimos lugares de las encuestas.

Se trata de Alex Vernot (Movimiento Pueblo, Tierra y Futuro), Ricardo Arias (Libres) y Daniel Raisbeck (Movimiento Libertario). Los tres comparten varias coincidencias: se inscribieron por firmas, no tienen el respaldo de ningún partido político y en las encuestas tienen porcentajes bajos en la intención de voto. Le apuntan a conseguir el voto de opinión. Semana.com los buscó para saber quiénes son y en qué andan sus campañas.

Raisbeck, del salón de clase a la Alcaldía

El perfil de Daniel Raisbeck (33 años) no es el de un político tradicional. Su vida ha estado ligada a la academia como profesor de griego, latín e historia grecorromana, cátedras que abandonó luego de que lo contagiara el bicho de la política electoral.

Un año atrás, Raisbeck se hizo contar en las elecciones parlamentarias cuando se presentó como candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Conservador y recogió 3.328 votos que no le alcanzaron para ocupar una curul. El candidato abandonó la colectividad azul luego de diferencias, entre ellas una insalvable y demasiado liberal: legalizar las drogas en el país.

La campaña, como el mismo la describe, es austera. Cuenta con una pequeña oficina que fue donada por un simpatizante situada cerca a la plaza principal de la localidad de Suba. Su equipo de trabajo está integrado por su jefe de prensa y el resto son voluntarios. Para financiarse, el candidato recurre a sus ahorros, un préstamo de un banco y aportes de su familia.

Pero la campaña es costosa y por eso el candidato espera poner en marcha una red de donantes. La venta de velas, símbolo del triunfo del hombre, también servirá para cubrir gastos.

Al joven Raisbeck no le desanima estar en los últimos lugares de las encuestas, para él es más significativo demostrar que se puede hacer otra política. “La gente tiene derecho a escuchar otras propuestas y está cansada de los políticos tradicionales”, dijo. Su mayor promesa está en el recorte del 20 % del gasto público, pues para él no cabe duda de que el Estado debe ser limitado.

Vernot, el millonario que busca votos

—¿Quién es Alex Vernot? –preguntan en un foro con los aspirantes a la alcaldía.

—Es el candidato de (Gustavo) Petro –responde en voz baja otro asistente.

La respuesta está un tanto alejada de la realidad. Es cierto que durante un tiempo Alex Vernot conversaba a diario con el alcalde de Bogotá, pero el hoy candidato se desmarcó cuando se dio cuenta de que a veces Petro no entiende razones.

Fue famoso su rifirrafe con el entonces secretario de Gobierno, Antonio Navarro, que antes de abandonar su cargo (la primera gran baja del equipo del alcalde Gustavo Petro) lo tildó en Twitter de portarse como un “chupamedias y un lambón desinformado”.

Vernot (54 años) ha sido muy afortunado, incluso cuenta que en una época tuvo avión privado. Su reconocimiento viene tras una exitosa carrera de abogado. Por 25 años defendió los intereses de la familia Gilinsky, a la que asesoró y ganó un pleito contra el Banco de Colombia.

Para el candidato la política es casi un tema de familia. Entró a la campaña luego de reflexionar por el futuro que les esperaba a sus cuatro hijos. “Esta ciudad y este país no van para ninguna parte, es hora de que los particulares participen en política”, le dijo a Semana.com.

El candidato pasó de la escritura de tres libros sobre temas sociales a liderar una campaña a la Alcaldía, de la que hacen parte los diez empleados de su oficina de investigaciones. Vernot le apunta al voto de opinión y no cree en las encuestas, que califica de poco representativas. “Son una manipulación para estimular a la gente a votar por alguien”, expuso.

Su candidatura no siempre fue independiente. Este empresario tocó las puertas de varios partidos para buscar un aval, pero no pudo llegar a acuerdos. Ahora cree que jugará un papel importante, confía en el voto libre de los bogotanos y por eso aplica una máxima: “Hoy en día en el mundo la gente que no es política puede ganar las elecciones”.

Arias, el candidato del ‘no matarás’

Aunque de origen es del Partido de la U, el expresidente del Fondo Nacional del Ahorro y excongresista Ricardo Arias le apostó a presentar su candidatura por firmas y en menos de tres meses logró conseguir 262.000, el mayor número para una lista significativa de ciudadanos.

Incluso presentó más que Enrique Peñalosa, que radicó en la Registraduría 200.000. Con las firmas y el apoyo de varias iglesias cristianas, se inscribió como candidato. Arias es un hombre tranquilo que apela al simbolismo cristiano para hacer campaña, por ejemplo, en su programa de gobierno tiene como mandato el “¡No robarás, No matarás! Para evitar la corrupción apela a un gobierno de “principios y valores”.

Desde el 2012 y por cuatro años, Arias fue presidente del FNA y por eso tiene una buena parte del reconocimiento. Es más, en la encuesta elaborada por Ipsos Napoleón Franco para la alianza de medios de RCN La Radio, Noticias RCN, La FM y SEMANA, el candidato subió varios renglones y quedó en el sexto lugar de la intención de voto, por encima del aspirante y concejal de la Alianza Verde, Carlos Vicente de Roux.

A pesar de crecer en la encuesta, dice que se siente “ignorado por los medios, pero respaldado por la sociedad”. Su candidatura irá hasta el final. “Queremos gobernar a Bogotá, estamos preparados y llevaremos las propuestas hasta el día electoral”.

La campaña diseñó una estrategia en la que la prioridad es la visita a las casas y hacer un “puerta a puerta” para entregar las propuestas. Además hay una fuerte presencia en las redes sociales por donde a diario envía una carta dirigida a sus seguidores. Por ahora, los recursos que recibe vienen de donaciones y la venta de bonos.

Estos son los tres candidatos poco conocidos que no están en los primeros lugares de las encuestas y que aspiran a quedarse con la Alcaldía de Bogotá y para ello apelan al voto de opinión.