Home

Nación

Artículo

Tras once años en el Capitolio, Alexandra Moreno Piraquive se despiude del Congreso. Es la mayor carta electoral del MIRA, partido que tiene amenzada su permanencia en la política por cuenta del aumento del umbral electoral. | Foto: Juan Carñlos Sierra/SEMANA

ELECCIONES 2014

Otra ‘baronesa’ que se va del Capitolio

Alexandra Moreno Piraquive lidera un caudal de 350.000 votos. Su partido, el Mira, en aprietos para superar el umbral.

5 de noviembre de 2013

El Movimiento Independiente de Renovación Absoluta –Mira- es más antiguo que el Partido de La U o el propio Cambio Radical. Sin embargo es quizás el movimiento que más amenazada tiene su supervivencia producto de las nuevas normas electorales, entre ellas, la exigencia del umbral del 3 %, una regla de juego que obliga a este movimiento a obtener más de 450.000 votos en el debate del 2014 para garantizar su presencia en la política.

Conscientes de esta amenaza, los miraístas han intentado todo tipo de estrategias, no sólo para conseguir votos, sino también para revertir los alcances de la reforma política que elevó los requisitos para que un partido político tenga personería jurídica.

Todo, a tal punto, que el Mira presentó una demanda en la Corte Constitucional para tumbar el nuevo umbral electoral, con el argumento de que atenta contra los partidos políticos minoritarios.

Sin embargo, de cara a las elecciones, el Mira sufrió un ‘golpe’ inesperado. Alexandra Moreno Piraquive, fundadora del movimiento, y quizás su mayor carta electoral, renunció a ser candidata al Senado. Anunció que pondría una pausa en su carrera política y le dijo a las directivas del movimiento que no contaran con ella para las elecciones del año próximo.

“No está bien de mi parte que se fomente el caudillismo, por eso doy paso a otras personas para que tengan la oportunidad de defender el trabajo que he venido haciendo ya que es el capital que les puedo dejar para afrontar las próxima campaña al Congreso de la República”, explicó Moreno Piraquive en una carta a los militantes de su movimiento.

Alexandra Moreno se dio a conocer en la política en las elecciones de 2002 cuando obtuvo cerca de 90.000 votos. Su caudal electoral creció cuatro años después cuando encabezó la lista cerrada del Mira en el 2006. Ese año su votación fue de cerca de 280.000. En las pasadas elecciones, también encabezó la lista al Senado y con 310.000 votos el Mira alcanzó tres curules en el Senado.

El reto para el movimiento es crecer su caudal electoral sin la presencia de su líder más reconocida. De momento Carlos Baena y Manuel Virgüez serán sus principales cartas. Sin embargo, los votos de la senadora bogotana prácticamente quedarán en libertad.  

Moreno Piraquive, en sus once años como congresista se abanderó de causas como el maltrato a menores de edad, equidad de la mujer, fue autora de leyes contra el racismo, e hizo duros debates de control político a las Fuerzas Militares. También lideró el control político a la defensa jurídica de San Andrés, e incluso varias de sus posiciones controvirtieron la estrategia de los gobiernos de Uribe y Juan Manuel Santos.

Por eso, Alexandra Moreno es la otra baronesa electoral que abandona el Capitolio, y el destino de su caudal electoral es incierto. Aunque el Mira confía en la disciplina de sus militantes, la ausencia de la senadora en las listas para el próximo Congreso podría tener un impacto negativo en el objetivo del movimiento, que no es más que garantizar su existencia en la vida política nacional.

Junto a ella ya son tres las baronesas electorales, que por distintos motivos, se ausentarán del próximo debate electoral.

Liliana Rendón, quien obtuvo 104.000 votos en el 2010, renunció al Partido Conservador para irse al Centro Democrático, y anunció que no regresará al Congreso. Dilian Francisca Toro, la mayor electora del Partido de La U, con 151.624 votos en el 2010, no podrá aspirar al Congreso por líos judiciales. Y a esta lista de baronesas se suma la ausencia de Gilma Jiménez, quien falleció el pasado mes de julio. Gilma le había puesto a su partido, el Verde, la nada despreciable cifra de 208.000 votos.