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Noemí Sanín le resta importancia al hecho de que 'Uribito' no la acompañe en su aspiración y dice que uno de sus fuertes es representar continuidad y renovación al mismo tiempo.

ENTREVISTA

'Algo va de Uribe a Santos'

Noemí Sanín, proclamada el miércoles por el Congreso Nacional Conservador, habla sobre su descenso en las encuestas, la división azul y su polémica propuesta de restablecer la justicia penal militar.

17 de abril de 2010

SEMANA: ¿A qué se debe su caída en las encuestas?

Noemí Sanín: A pesar de que las elecciones están a menos de 50 días, la política está muy dinámica. Hace 20 días, a los verdes no se les sentía con posibilidad de triunfo. Hace un mes no me veían con posibilidad de ganar la consulta. Desde hace cuatro días represento la vocería de tres millones de votos. Dentro de 20 días las encuestas nos mostrarán pasando a la segunda vuelta. Hay mucha gente indecisa y creo representar continuidad y renovación al mismo tiempo. Gobernabilidad con el partido más fuerte en Colombia y al mismo tiempo, con la innovación de que una mujer capaz, firme y de resultados llegue por primera vez a la Presidencia de Colombia.

SEMANA: Si usted hubiera rectificado la palabra 'ladrón', Andrés Felipe Arias hoy estaría en su campaña…

N.S.: El tema está agotado. Yo no cedo a ningún tipo de chantajes. La gran mayoría de los Agro Ingreso Seguros fueron dados en el marco de la ley, y los otros son competencia de la justicia. Me ratifico en que los recursos regalados por el Estado no deben ir a los más ricos.

SEMANA: Santos le ganó apoyos importantes como los de Ignacio Valencia, Mariano Ospina y Enrique Gómez, símbolos de las tres casas conservadoras tradicionales…

N.S.: Evidentemente esos voticos los perdimos. Aprovecho para hacerles un homenaje a sus padres, que son verdaderos referentes del conservatismo. Pero entre otras cosas, yo pertenezco al Partido Conservador porque su doctrina predica la igualdad sin privilegios. El tema en Colombia es de sabernos y respetarnos como iguales. No pertenezco a las castas. Me siento orgullosa de mi familia, pero he labrado mi destino con mi propio esfuerzo. Acá lo importante no son los pocos voticos que se van, sino los muchos que llegan y el entusiasmo de las bases conservadoras que están todas conmigo.

SEMANA: ¿Por qué le fue mal en la última encuesta?

N.S.: Todos bajamos, menos Mockus, y subieron desproporcionadamente Araújo y Calderón. Si vamos a hablar de descensos y tendencias perdió muchísimos más puntos el partido de Santos. Ahora bien, si lo que se quiere es hablar de pérdidas, la gran pérdida de Juan Manuel Santos es que Luis Carlos Restrepo, el fundador y soporte del Partido de la U, me da su apoyo personal, advirtiéndome que no va a pertenecer al Partido Conservador, pero que me respaldará en la propuesta de hacer una gran reforma para luchar contra la corrupción y la politiquería.

SEMANA: Arias dice que el partido va directo al iceberg si no hace una alianza con las otras fuerzas uribistas.

N.S.: Vimos naufragar a Arias, que era el más acorazado y con la mejor maquinaria el pasado 14 de marzo. Nuestra embarcación tiene una tripulación despierta y experta en navegar en aguas turbulentas. La brújula está funcionando perfectamente y se dirige hacia el Palacio de Nariño.

SEMANA: Si no pasa a la segunda vuelta, ¿a quién va a apoyar, al uribista Santos o a Mockus?

N.S.: ¿Al uribista Santos? Algo va de Uribe a Santos... Esta pregunta resulta pertinente que se la haga al doctor Santos porque la segunda vuelta va a ser entre Antanas Mockus y yo.

SEMANA: En su discurso de proclamación pidió restablecer el fuero militar. ¿No le parece que los 'falsos positivos' merecen la intervención de la justicia ordinaria?

N.S.: Lo que merecen los 'falsos positivos' es derrotar la impunidad y eso no es exactamente lo que ha hecho la justicia ordinaria. Los 'falsos positivos' son asesinatos de jóvenes inocentes y Colombia y sus Fuerzas Armadas merecen que se determine quiénes son los culpables y quiénes de los señalados son inocentes, porque eso también es justicia.

Lo que no puede volver a pasar es que sin el debido proceso y sin fórmula de juicio se haya retirado a decenas de oficiales.

La justicia penal militar, debidamente reformada y fortalecida, debe ser prenda de garantía para evitar la impunidad, pero a la vez para garantizar los derechos de los sindicados y de la sociedad. Con plena sujeción a la ley, al respeto a los derechos humanos y en un marco de eficiencia y oportunidad.

SEMANA: ¿Pero entonces cuál puede ser la diferencia entre aplicar justicia penal militar y justicia civil para los militares?

N.S.: Es el principio de la especialización. Así como hay justicia especializada para la guarda de la Constitución, para los temas laborales, para los de familia, los temas castrenses también tienen que tener su propia especialización. Así pasa en todos los ejércitos fuertes del mundo.

SEMANA: Pero la justicia penal militar ha demostrado ser ineficaz.

N.S.: La civil ha sido ineficaz, con el agravante de que la moral de la fuerza pública está deteriorada. O es que se le olvida a usted que la justicia civil acaba de soltar a varios soldados acusados de los 'falsos positivos' por preclusión de términos y nos dejó sin saber si eran inocentes o culpables. Lo importante es que la justicia funcione y que el que la hace, la pague.

SEMANA: ¿No le preocupa la reacción de las ONG y de congresistas estadounidenses que han condicionado la ayuda a que muchos de estos crímenes sean manejados por la justicia ordinaria?

N.S.: No. Yo necesito que la fuerza pública no tenga las manos amarradas para defender la vida y libertad de los colombianos. No voy a permitir que la guerra política y jurídica le limite su capacidad para derrotar al terrorismo. Usted sabe que yo soy garantía de derechos humanos en Colombia, pero también tengo que terminar de derrotar al terrorismo y a los criminales. Un gobierno de Noemí Sanín será totalmente respetuoso de los derechos humanos, pero al mismo tiempo no permitirá que nadie imponga intereses contrarios a los propios de la Nación.

SEMANA: Después de ocho años de seguridad democrática las Farc siguen allí. ¿Estaría dispuesta a negociar con la guerrilla?

N.S.: No veo posible una negociación. Gracias a la seguridad democrática del presidente Uribe, las Farc están acorraladas. Las Farc deben aceptar el fracaso de su actividad y desmovilizarse sin ninguna condición. Lo que nos va a corresponder es acabar con esta guerra prolongada y derrotarlas con la fuerza legítima del Estado.

SEMANA: En un reciente informe, Human Rights Watch denunció el nacimiento de nuevos grupos paramilitares. ¿Qué va a hacer para combatirlos?

N.S.: No son paramilitares. Después de la Ley de Justicia y Paz son solo grupos delincuenciales a los que hay que enfrentar con una eficaz política criminal. En esta nueva etapa de la seguridad democrática, tenemos que garantizar la seguridad en todas las calles, barrios y ciudades de Colombia. En mi gobierno garantizaré con la misma firmeza la seguridad ciudadana. Junto al tanque llegará el tractor, junto al soldado llegará el Sena, junto a la policía del barrio llegará una casa de rehabilitación del adicto, el deporte, más bibliotecas, más cultura y más oportunidades.

SEMANA: En el debate pasado, usted no le reconoció error alguno al gobierno de Uribe. ¿No hubo?

N.S.: Yo le soy leal al presidente Uribe y reconozco grandes méritos de su gobierno. Hay cosas que se pueden mejorar, cosas que sin miedo se deben cambiar y muchas que se deben mantener. Haciendo un balance y sin mezquindad, el resultado del gobierno Uribe es extraordinario.