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Así lució este martes la calle 72 con carrera séptima, en el nororiente de Bogotá. | Foto: Juan Carlos Sierra

MARCHA

Algunas lecciones que deja la marcha por la libertad

La marcha de este martes 6 de diciembre distó mucho de la multitudinaria manifestación del 4 de febrero del 2008. Según dirigentes y analistas, la lluvia, la época, los errores en la convocatoria y la indiferencia fueron las principales razones para que la gente no saliera a las calles.

7 de diciembre de 2011

Cambios de días y horarios, no organizar marchas con lluvia y en épocas en que la gente piensa en vacaciones y regalos además, convocar por temas positivos, son algunas de las lecciones que deja la marcha de este 6 de diciembre.
 
En la marcha del martes 6 de diciembre miles de colombianos exigieron la liberación de los secuestrados, les dijeron no a los rescates a sangre y fuego y les expresaron a las FARC su rechazo. Sin embargo, la movilización distó mucho de la multitudinaria manifestación que contra el secuestro se registró el 4 febrero del 2008. ¿Cuáles fueron las razones?
 
El primero en pronunciarse fue el senador y presidente de la Comisión de Paz del Congreso, Roy Barreras. Él consideró que la marcha tuvo un lado positivo, pues se debe rescatar que los colombianos, sin el llamado de las instituciones, salieron a marchar pidiendo que se liberen a los secuestrados. “Eso ya es una ganancia”.
 
“Es claro que hubo una participación diferente a la de otras movilizaciones”, dijo Barreras, y le atribuyó al invierno y la creencia de la inutilidad de la marchas que la manifestación no tuviera la misma acogida que la del 4 de febrero del 2008.
 
El alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, aseguró que el esfuerzo que se debe hacer en próximas movilizaciones ciudadanas es “llamar a los colombianos por cosas positivas: la paz, la vida, la libertad. Convocar alrededor de consignas de odio ya no sirve”.
 
Otra cosa piensa el analista de Razón Pública Armando Barrero. Él resaltó que hay varias lecciones. Entre ellas, que “no hubo buena difusión y la marcha se hizo una semana después de la convocatoria, eso hizo que no existiera tanta acogida”.
 
Para el analista, la marcha del 4 de febrero del 2008 se realizó en una época en la cual la gente no tuvo preocupaciones distintas a su trabajo y el rechazo fue convocado desde el mes de enero luego de unas pruebas de supervivencia de algunos secuestrados.
 
Además, Barrero consideró que el clima “espantó a la gente”, a lo que se sumó la época navideña en la cual las personas están en la “chifladura de las compras”.
 
Personas como la exsecuestrada por las FARC y hoy representante a la Cámara Consuelo González de Perdomo, piensan que se deben reformular los horarios y los días.
 
La hoy congresista recordó que durante su cautiverio y tras la muerte de los diputados del Valle, el país se movilizó, y basada en su trágica experiencia como secuestrada, destacó la importancia de las marchas para quienes están cautivos.
 
“En esa fecha le dije al carcelero que el país se había despertado y él me respondió que no les importaba que les dijeran asesinos, pues ya estaban acostumbrados, pero se mostró preocupado por la liberación de los secuestrados”, contó Perdomo.
 
Redacción Nación Semana.com