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Antonio Sanguino, Enrique Peñalosa y Carlos Vicente de Roux. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

Al rojo vivo la pelea entre los verdes

La decisión de Enrique Peñalosa de no participar en la consulta de la Alianza Verde divide la colectividad.

26 de febrero de 2015

Enrique Peñalosa, quien hace unos días había confesado su fidelidad a la Alianza Verde, decidió sorpresivamente no participar del mecanismo que aún debe definir el partido para escoger candidato único a la Alcaldía de Bogotá.

La decisión produjo nuevas diferencias dentro de los miembros del partido del girasol, un choque que podría terminar en una nueva división al interior de la colectividad.

Este miércoles las diferencias se intensificaron, luego de que Semana.com reveló que Peñalosa estaría dispuesto a presentarse como candidato de una coalición con otros partidos políticos y no le jalaría a una consulta con los concejales Carlos Vicente de Roux y Antonio Sanguino.

El anuncio desató el malestar entre concejales y dirigentes peñalosistas, que en una reunión del Comité Ejecutivo distrital -con la participación de congresistas, cabildantes y ediles verdes- rechazaron la propuesta de ir a consulta.

Los opositores al mecanismo, entre los que están la concejala Lucia Bastidas, reclamaron por las declaraciones De Roux y Sanguino, quienes no sólo reafirmaron su postulación, también dijeron que Peñalosa les había dicho que para él era muy temprano para hacer campaña y por eso no participaba.

“Si quieren sacarlo es otra cosa, nunca ha dicho que no quiera estar en la Alianza Verde, lo que él ha dicho es que los tiempos ahora no son para candidaturas, hay que trabajar en una alianza que recupere a Bogotá”, reclamó la concejal Bastidas.

Es más, en este grupo de los verdes existe la preocupación de que los dos precandidatos hasta ahora inscritos (De Roux y Sanguino) no 'cuajen' y la colectividad se quede sin una opción real. “Si el partido quiere quedarse sólo con dos candidatos, muy respetables, pero no tienen la talla para lo que se viene en el debate para la alcaldía de Bogotá”.

El tono fue alto en la reunión. El propio De Roux fue quien salió a contestarles a los peñalosistas: “Me parece que están siendo más papistas que el papa”, dijo para explicar que Peñalosa estuvo de acuerdo con la propuesta y que el exalcalde la revisó y le hizo correcciones.

“Aquí nadie ha sacado a Enrique Peñalosa, él de manera sensata se dio cuenta de que no debe frenar el partido, que no puede imponerle sus tiempos. Necesitamos un candidato formal escogido de manera rápida para competir”, agregó el aspirante.

Lo cierto es que, tras lo expuesto en la reunión, Peñalosa llegaría a la campaña a mediados de año cuando ya la Alianza Verde habría escogido su candidato.

Con el aspirante verde y tras los acuerdos con los candidatos de otros partidos con los que se haga coalición, Peñalosa entraría a competir. En otras palabras, el exalcalde arriesgadamente se enfrentaría al candidato de los Verdes y al de las demás colectividades. Se expone a no aparecer con la imagen del partido y puede que no reciba su apoyo.

Para bajarle el tono a la discusión, el propio Peñalosa trinó al respecto y dijo que respetaba las decisiones de la Alianza Verde “de definir prontamente su candidato, en vez de esperar unos meses más, como era mi propuesta”.

El momento de la pelea no podría ser más inoportuno. Para los integrantes de la colectividad verde es la hora de tomar decisiones ya que los candidatos de partidos opositores lideran por ahora en las encuestas.
 
Además tienen más visibilidad puesto que son entrevistados en medios de comunicación y participan en foros en cuales se debaten los problemas de la ciudad.

Los opositores de la propuesta ya vaticinan que la consulta será un fracaso y, para sus cuentas, sostienen que se perderán para el partido los más de 392.000 votos que obtuvo Peñalosa en Bogotá en la campaña presidencial del 2014.