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El origen de los alias termina por retratar la maldad de los delincuentes. | Foto: Archivo particular

CURIOSIDADES

¿Por qué los llaman ‘Pijarbey’, ‘Yayitas’, ‘Gemido ruidoso’ y 'Megateo'?

Los apodos de los hampones en Colombia se convirtieron en un sello distintivo de nuestra delincuencia, pero ¿cuál es el origen de estos apodos que algunos vuelven leyendas?

7 de octubre de 2015

En cuestión de minutos la noticia le dio la vuelta al país: “Cayó ‘Gemido profundo’ el mayor distribuidor de pornografía infantil en Colombia”. Además de la aterradora sindicación, las autoridades prestaron especial atención en el alias, que en esta ocasión provenía de la forma como se hacía conocer este presunto delincuente en los círculos de internet.

Y es que el origen de los alias termina por retratar la maldad de los delincuentes, o por lo menos cuenta una buena parte de su historial delictivo. Para los investigadores de la Policía conocerlos muchas veces resulta ser el primer indicio para identificar sus métodos, su capacidad y sobre todo el nivel de respeto que tenga en las esferas del crimen.

“Los apodos de los malhechores siempre denotan lo peor de sus fechorías o están relacionados con sus orígenes”, explicó un curtido investigador a Semana.com. No le falta razón. La semana anterior, por ejemplo, las Fuerzas Militares en operaciones conjuntas dieron de baja a dos grandes capos de la droga: alias ‘Pijarbey’ y alias ‘Megateo’. El primero obtuvo ese remoquete por sus orígenes campesinos, mientras el segundo se autodenominó así en alusión a figuras comunistas.

Más atrás en el tiempo, las autoridades desmantelaron las bandas de las ‘Yayitas’ y las ‘Gatúbelas’ en Bogotá. Se trataba de dos grupos de mujeres que se dedicaban al hurto sistemático aprovechando sus atributos físicos. Ambos nombres tienen su historia.

Yayita era la voluptuosa y atractiva novia de Condorito, una tira cómica muy popular en toda Latinoamérica. En cuanto a las ‘gatúbelas’, la explicación es cromática: tenían como costumbre perpetrar sus robos con vestimenta negra, algo que caracterizó al personaje femenino en la saga Batman.

En el 2006, investigadores de la Universidad Distrital publicaron el estudio 'Los alias, un lenguaje de la violencia en Colombia'. La principal conclusión es este diagnóstico fue que la relación entre los alias y la violencia tiene su origen en la llamada 'ley de venganza' o 'venganza de sangre'.

“Gran parte de los alias de los bandidos colombianos se relacionan con acciones violentas, producto de circunstancias familiares particulares o de situaciones sociopolíticas y económicas que ha vivido el país", explicó la investigación.

Legado del mal

Otros investigadores señalan que otro legado funesto de la era de los carteles del narcotráfico encabezados por Pablo Escobar fueron los alias. “A los delincuentes les gusta diferenciarse. Los apodos, mientras más macabros o sonoros, más recordación tendrán, como ocurría en el Cartel de Medellín, el Cali o el del norte del Valle”, señalan voceros de las autoridades.

En el mundo de los narcotraficantes tener alias casi es un requisito para estar en el negocio. La mayoría de los capos tiene como costumbre marcar la droga que envía ilegalmente con logos relacionados con sus alias. Los narcos se valen de características físicas, sus costumbres o lo fuerte de su repertorio delincuencial.

Semana.com le cuenta el origen de algunos alias:


Pablo Escobar alias el ‘Patrón’: Los sicarios se referían al jefe del cartel de Medellín de esta manera. Era una forma de mostrarle sumisión y respeto al capo.

Wílber Alirio Varela, alias ‘Jabón’: Su apodo se debe a que su apellido coincide con el de una marca de detergentes y jabones.

John Jairo Arias Tascón, alias 'Pinina': Los ojos del sicario –muerto en 1990– eran muy parecidos a los de la actriz argentina Andrea del Boca, que interpretó en los años 70 el papel de Pinina en Papá Corazón.

Mario Castaño Molina, alias 'Chopo': Este sicario de Pablo Escobar debe su apodo a que la primera arma de fuego que tuvo era vieja y en mal estado.

Alfonso León Puerta Muñoz, alias ‘Angelito': Su apodo en el cartel de Medellín fue el resultado de una ironía: era uno de los sicarios más despiadados y el que con mayor sevicia actuaba.

Marco Tulio Moya, alias 'Baygón': Era un sicario que trabajaba para diferentes capos del cartel del norte del Valle. Su alias fue impuesto por sus 'patrones' porque "siempre cumplía con matar".