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Senador Álvaro uribe Vélez. | Foto: Archivo SEMANA

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“Cuando veo todo esto de Venezuela, digo: para allá vamos”: Uribe

En un auditorio de la Universidad de Miami Dade, el expresidente relató a su manera la histórica lucha contra esa guerrilla y los “peligros” del acuerdo de paz. “Por ahí empezaron Hugo Chávez y Fidel Castro”, dijo.

24 de octubre de 2016

La semana pasada, por la Universidad de Miami Dade pasaron varios pesos pesados de la política iberoamericana que dieron mucho de qué hablar en Colombia. Todos estuvieron en la cátedra ‘¿Democracias bajo amenazas?‘. El viernes el expresidente español José María Aznar, en referencia al caso colombiano, aseguró que había que preguntarse con "todo respeto" qué habría pasado si David Cameron no hubiera renunciado a ser primer ministro de ese país. "No tiene ningún sentido que no haya habido consecuencias políticas (en Colombia)”, dijo.

El mensaje se entendió como una referencia al presidente Santos sobre si tenía que hacer algo similar después de la derrota del plebiscito. Ese mismo día también habló el expresidente Andrés Pastrana, quien, haciendo referencia al mismo tema, agregó que en el país el único que había tenido la valentía de hacer ese gesto era el jefe negociador, Humberto de la Calle.

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Un día después de las intervenciones de Aznar y Pastrana, el turno fue para Álvaro Uribe. En un nutrido auditorio, el expresidente pidió a los organismos internacionales exigir que las modificaciones al acuerdo de paz fueran de fondo y “no cosméticas”.

Uribe dio un largo discurso explicando los orígenes del conflicto armado en el país y las razones por las cuales no está de acuerdo con las 297 páginas de los acuerdos de paz con las FARC. Esta es su visión de las cosas:  

"Yo creo que el mundo tiene que saber qué es las FARC. Las FARC se consolidan en Colombia cuando Colombia ha superado los únicos cuatro años de dictadura que fue el siglo pasado. México tuvo 12 años de interrupción democrática. Colombia cuatro, entre el 53 y el 57, las guerrillas partidistas que venían, esos enfrentamientos entre los partidos tuvieron dos amnistías, una del general Rojas Pinilla, que fue en el período de la interrupción democrática, y otra del primer presidente del Frente Nacional, que fue el doctor Alberto Lleras. Pero al principio de los 60 esa guerrilla empieza a recibir patrocinio soviético, patrocinio cubano, patrocinio chino y se declaran todas marxistas-leninistas y crecen enormemente.

Entonces, el tema de las FARC hay que entenderlo. Ellos enfrentan una Colombia democrática, con una guerrilla marxista-leninista, al cabo de los años, en los 80 irrumpen en el narcotráfico y se convierten en el cartel de la cocaína más grande del mundo, en el gran proveedor de los carteles de México. El país tiene hoy, lo ha estimado la Procuraduría, 200.000 hectáreas de coca, hace cuatro años tenía 47.000, cuando el presidente Pastrana hizo el Plan Colombia junto con el presidente Clinton, el país tenía 170.000 hectáreas de coca y se había dicho que era un país inviable, un Estado fallido ¿qué diremos hoy con 200.000 hectáreas de coca, después de que había bajado a 47.000?

¿Y qué produce ese nuevo crecimiento? El anuncio del 2012 de que a las FARC se les dará esa impunidad, se suspenden las fumigaciones, se suspenden programas sociales con sustitución como programas para cuidar la selva amazónica pagándoles a los cocaleros para que en lugar de coca cuidara la selva amazónica, etcétera, reducen la erradicación manual a los mínimos y se anuncia la impunidad a las FARC. Eso se hace en el año 2012 cuando el país había llegado a 47.000 hectáreas de coca, hoy tiene 200.000. ¿Ustedes se imaginan las dificultades para el país hoy con 200.000 hectáreas de coca?

Entonces viene otro tema: ¿Tienen las FARC política o narcotráfico? Las dos cosas. Hoy políticamente ellos dicen: ‘Santos reconoció la victoria a las FARC’.

En esa conferencia del Yarí, la semana antes del plebiscito, dijeron que habían debilitado la lucha armada. Ellos en algún momento no necesitaron más la protección de Cuba y se enriquecieron, se llenaron de dinero y ya no necesitaban apoyos internacionales, tuvieron la protección territorial y política de Chávez y de alguna manera también de Ecuador.

Entonces tienen hoy su agenda de Venezuela, su agenda política es el chavismo, su poder es el narcotráfico, para decirlo con toda claridad.

En Colombia, yo no creo que se pueda hablar de guerra. Yo creo que los problemas que ha habido en el lenguaje de la ONU, de los Estados Unidos, de muchos países latinoamericanos es señalar el tema de Colombia como una guerra. La palabra guerra, conflicto, ha tomado mucha fuerza en América Latina para referir a los enfrentamientos de insurgencias civiles armadas, sin narcotráfico contra dictaduras. Aquí ha habido un ataque sistemático contra el Estado de Derecho, primero en nombre del marxismo-leninismo y después con la combinación del narcotráfico. Eso no corresponde a los contextos latinoamericanos que permitieron utilizar la palabra guerra con mentiras.

En el imaginario, se le ha vendido al mundo que Colombia es un país muy desigual, ustedes  van a tener en cuenta dos ‘Cartagenas’, una Cartagena con una economía formal, de industria y de hoteles, donde hay buena calidad de vida, ampliación a la seguridad social, etcétera; la otra Cartagena muy pobre.

¿Qué es lo que ha pasado en Colombia? Colombia ha tenido una empresa privada bastante responsable en términos sociales, el problema de Colombia, el problema social no es por la empresa privada, sino por la falta de empresa privada, ese es un segundo tema que hay que corregirle al  imaginario negativo que el gobierno Santos ha ayudado a crear.

El tercer tema de ese imaginario, es que nuestras Fuerzas Armadas, al igualarlas con el terrorismo en este proceso, han quedado como si fueran unas Fuerzas Armadas al servicio de una dictadura, cometiendo toda clase de abusos contra los Derechos Humanos, las Fuerzas Armadas nuestras han sido democráticas, respetuosas, cuando ha habido fallas, que nunca las ha habido en la institución sino fallas de individuos de las Fuerzas Armadas, han sido sancionadas.

Yo creo que esos imaginarios hay que corregirlos y no ha sido fácil para nosotros, y este Gobierno que pensaba muy distinto cuando lo elegimos en el 2010, ha contribuido a crear esos imaginarios negativos contra nuestra democracia.

¿Por qué fue nuestra oposición a los acuerdos? A mí me da pena hablar en primera persona. El gobierno que presidí con la ayuda del Plan Colombia, que en buena hora construyó el presidente Pastrana, en mi gobierno se desmovilizaron 35.000 paramilitares y 18.000 guerrilleros, hubo beneficios jurídicos, pero no hubo impunidad; pero además no se negoció la Constitución con ellos ni la agenda nacional.

Estoy seguro de que si el presidente Pastrana, años atrás en el Caguán le hubiera dado a esa gente la mitad de lo que el presidente Santos les ha dado, le habrían firmado al presidente Pastrana. Aquí no hay un acuerdo de paz, aquí hay una claudicación ante una agenda narcochavista que yo creo es sumamente grave para la democracia, empecemos porque en las 297 páginas del acuerdo estaba previsto que reemplazaban la Constitución.

Imagínense ustedes el problema que tendríamos hoy nosotros en Colombia de haber ganado el sí, esas 297 páginas habrían reemplazado la Constitución, es un proceso sumamente grave mediante el cual ellos hallaron la manera de reemplazar la Constitución, introdujeron un artículo que dice que ‘los acuerdos harían parte de los acuerdos especiales de Ginebra de 1949’ y por esa vía se incorporarían a la Constitución y a nombre de constitucionalidad, o sea al conjunto de normas constitucionales de más difícil modificación. ¿Ustedes se imaginan? ¿Qué país de ustedes aceptaría? Un país de casi 50 millones de habitantes como Colombia, que el gobierno sustituya la Constitución en un acuerdo de claudicación ante un grupo que hoy tiene 5 mil 700 integrantes.

(…) 

En el tema económico, el mundo no se ha dado cuenta, este es un acuerdo que asfixia la economía. A mí me preguntan periodistas nacionales e internacionales, ‘en ninguna parte del acuerdo dice que se prohíbe la propiedad privada’; la constitución de Chávez tampoco lo dice, una de las habilidades que tienen estos sistemas es saber cómo asfixian a la empresa privada, aquí hay 25 instituciones del Estado importantes en materia económica y social que no las podrían tomar sin un concepto previo de las Farc, y después unas consultas comunitarias de todo ese comunitarismo corporativista de esas expresiones marxistas, eso para la economía.

Unos temas de expropiación sobre el sector agropecuario le generan inmensos riesgos al sector agropecuario, por ahí empezaron (Hugo) Chávez y (Fidel) Castro y las sociedades urbanas no protestaron, y después siguieron con la industria y con todo el aparato productivo y acabaron con esas economías.

Aquí por ejemplo hay un compromiso de gasto público, incluso yo se lo decía anoche a usted presidente (Vicente) Fox, que lo estima el mismo Gobierno en 1,2 del PIB en una economía en bastantes dificultades como está la economía colombiana hoy, y es un compromiso, eso puede acabar con la regla fiscal.

Yo creo que el señor (Bernie) Aronson, que no debería estar como delegado del presidente Barack Obama, fue quien ayudó a involucrar a El salvador en un pésimo acuerdo. ¿Qué pasó en El Salvador? Amarraron la economía. Entre 1993 cuando hicieron los acuerdos, y el 2009, una economía amarrada por los acuerdos no pudo avanzar, se profundizó la crisis social.

Eligieron la guerrilla ¿y hoy qué ve uno en El Salvador? los militares a la cárcel, la guerrilla en el poder, la economía en una pésima situación.

A nosotros nos pareció muy grave este amarre económico para el desempeño de la economía colombiana que se queda en los acuerdos.

Nosotros hemos dicho que por lo menos hay que poner unas cláusulas de protección al empresario honorable colombiano. Hay que ponerle una cláusula de protección a la estabilidad marcoeconómica, a la iniciativa privada, una cláusula de protección a la regla fiscal. Son cosas estas que se han venido pidiendo.

(…)

Este proceso es un proceso manejado por Venezuela, manejado por Cuba con presidencia de la OEA, ojalá nos ayude Naciones Unidas que se comprometió en este monitoreo, el Presidente Pastrana es amigo del Secretario Electo de Naciones Unidas y es muy importante poder prolongar eso.

¿Qué les pedimos nosotros a ustedes? Exigir cambios de fondo.

Esta semana nosotros dijimos, mire, insistimos en un pacto nacional para hacer cambios de fondo, que les dé protección a las FARC y que haya unos correctivos para proteger nuestra democracia.

Segundo, que ese pacto nacional, los congresistas nuestros ayudarían a implementarlo.

Tercero, no tenemos inconveniente en que se aísle del debate presidencial. Si hay esta suspicacia que la ha dicho el Gobierno.

El Gobierno ha dicho que nosotros queremos aplazar los acuerdos para llevar el tema al debate presidencial, lo hemos dicho en Colombia y aquí en este foro tan serio que ustedes integran lo repetimos: nosotros tenemos interés en modificar los acuerdos, no en convertir el tema en un tema de debate presidencial, porque la primera vuelta presidencial es en mayo del 2018.

El tema de la metodología: ¡Cualquier diálogo! Me preguntaban esta mañana, que el presidente Pastrana tiene un desacuerdo con usted, no me hablen de eso, cualquier método, pónganlo, el que quieran. Nosotros lo que queremos es, ni nos podemos dejar llevar a esa minucia. ¿Me voy a poner a pelear con el presidente Pastrana por un método? Ni riesgos, el que pongan, lo que necesitamos es un diálogo sincero.

¿Ustedes saben qué hace el Gobierno? El Gobierno nos pide a todos como estudiantes que les llevemos las propuestas y después de que pasamos todo este proceso, hablamos con el Gobierno y nunca las escuchó.

Después sale y nos dice, como muchachos de escuela, ‘las tienen que entregar el jueves’ se las entregamos, y anoche sale el Presidente de la República en televisión a decir que hay unas que no son viables, cuando son inviables.

Entonces yo lo único que le pediría a los organismos internacionales es que le exijan al Gobierno de Colombia un diálogo serio y unas modificaciones de fondo.

Esa campaña que fue desventajosa. Los interlocutores de la comunidad internacional con quienes he hablado después del 2 de octubre, me han dicho, hombre ¿cómo ganaron que era imposible? Eso parecía muy difícil, pero eso sí que se debe respetar, yo creo que esa victoria es más importante por la parte cualitativa de haber superado toda esa desventaja que por 58 mil votos de diferencia, que realmente es una votación pequeña.

Imagínense ustedes, cuando veo todo esto de Venezuela, digo: para allá vamos”.