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De izquierda a derecha: Juan Felipe Iregui, Miguel Parra y Guillermo Sánchez. | Foto: SEMANA.

POLÍTICA

El kínder que dirige Uribe en el Congreso

En el Centro Democrático existe un ejército de jóvenes asesores que le hablan al uribismo al oído. ¿Quiénes son?

21 de septiembre de 2014

No tienen más de 27 años, algunos ya han ocupado cargos de representación popular, hablan más de dos idiomas, tienen varios posgrados encima, de martes a jueves visten de traje y la mayoría de ellos son apasionados por la política.

Este podría ser el perfil de algunos jóvenes estudiantes de universidad del exterior, pero no, ellos hacen parte del ejército de al menos 120 asesores del uribismo que les hablan al oído a los congresistas del Centro Democrático, el partido creado a imagen y semejanza de Álvaro Uribe.

Hace años, estos jóvenes dejaron las bicicletas, los balones de fútbol y las salidas al cine para preparase. Ahora asumen el papel de consejeros de los congresistas de un partido político que decidió hacerle oposición al santismo y construir una colectividad en la que la disciplina y el trabajo duro son la regla.

A la par de los congresistas del uribismo, quienes se reúnen los lunes o viernes hasta altas horas de la noche para debatir los temas de la semana, proyectos de ley y posturas frente al gobierno de Juan Manuel Santos, están estos jóvenes asesores que en salones paralelos al Club de Banqueros, el Hotel Tequendama o el Salón Amarillo del Congreso, se sientan a elaborar propuestas y a construir artículos para los proyectos de ley.  

A pesar de su juventud, ellos no son convidados de piedra en las reuniones. Por el contrario, están al lado de los congresistas para lanzar propuestas e incluir artículos. De la mano de estos jóvenes se han creado proyectos de ley para equilibrar los poderes en el Estado, reformar el código electoral del país, mantener la reelección presidencial y preparar debates como de la senadora Paloma Valencia sobre irregularidades en las elecciones presidenciales, o el más reciente, la defensa de Álvaro Uribe por sus presuntos nexos con la parapolítica.

Incluso, en una oportunidad cuando Uribe hacía parte del Partido de la U, pero ya se avizoraban las primera fisuras con el hoy presidente Juan Manuel Santos, estos jóvenes le pidieron al expresidente que organizara una consulta interna para saber quién debería ser candidato en las elecciones presidenciales del 2014. A ese nivel llegan las propuestas de los integrantes del kínder uribista.  

Pero… ¿quiénes son estos jóvenes? Algunos de ellos sólo se conocen por las reuniones de asesores que coordina Claudia Salgado, quien los convoca para debatir las propuestas del uribismo. Miguel Parra nació prematuro estuvo a punto de morir en sus primeros días de vida. Hoy dice que es un privilegiado porque conoció el tema social desde niño cuando sus padres le hicieron una promesa al Divino Niño de que si lo salvaba, ellos trabajarían por los demás.  

Ahora este abogado de 26 años, especialista de la Escuela con Opción de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes y quien elaboró una tesis sobre la reforma política por la cual le otorgaron un reconocimiento por la excelencia académica, trabaja como asesor del representante Edward Rodríguez.

Él fue el encargado de ayudar a la creación del proyecto del código electoral.  “Yo soy de una generación que creció en los 90 que veía el país lleno de corruptos, inviable; llega Uribe Vélez y se comienza a demostrar que el país no es una causa perdida”, dice.  

En la lista del kínder de los asesores del uribismo también está Guillermo Sánchez, otro joven de 26 años que a sus 18 años fue concejal de Santa Rosa de Viterbo, un municipio ubicado en el norte de Boyacá. Este joven rubio y de ojos verdes no ha desaprovechado el tiempo ya que es abogado especialista de derecho constitucional de la Universidad Externado de Colombia y derecho parlamentario de la Universidad Autónoma de Madrid, España, y por si fuera poco, tiene una maestría en estudios Políticos de la Universidad Javeriana. A su edad ya fue alcalde encargado de un municipio y asesor del actual gobernador de Boyacá.

Hoy este joven que acompaña al representante Ciro Ramírez asegura que “el Centro Democrático es un partido que está marcando la diferencia por la disciplina de bancada y por eso lo estamos acompañando personas jóvenes”.  

Juan Felipe Iregui llegó al Congreso en una práctica como politólogo de la Universidad del Rosario. Lo hizo en la oficina del exrepresentante a la Cámara Miguel Gómez y su primera tarea fue ayudar a diseñar la estrategia para revocar, nada más ni nada menos, que al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

Ahora este joven de 24 años trabaja de la mano de la senadora Paloma Valencia. A ella le ayudó a elaborar la estrategia para hacer el debate al gobierno Santos. Este joven, que habla francés con fluidez, fue el encargado de elaborar y analizar los derechos de petición en el debate. “Yo aquí quiero crecer en lo que se pueda e ir a Francia a hacer una maestría, luego veremos”, dice.

Estos tres asesores y los más de cien jóvenes que acompañan al uribismo tienen como obligación no sólo de asesorar a sus congresistas, también en el Centro Democrático están obligados a ir a las reuniones de asesores. Es una red que una vez a la semana se dividen los temas económicos, sociales o del Estado para formular propuestas.

Miguel, Guillermo y Juan Felipe son sólo un pequeño porcentaje de los jóvenes que les hablan al oído a los 39 congresistas del Centro Democrático, una bancada cuya disciplina y cuyo trabajo son reconocidos por las otras colectividades con curul en el Congreso. En el vigor de estos jóvenes está parte del éxito de uribismo, reconoce un congresista.