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| Foto: Fotomontaje SEMANA

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“Esa no era la forma de negociar con narcoterroristas”: Uribe en 'The Wall Street Journal'

El expresidente escribió una columna en el diario que ha recogido con mayor vehemencia las tesis del Centro Democrático. “El Gobierno hizo una campaña vergonzosa”, afirmó.

20 de octubre de 2016

Cualquier nuevo acuerdo con las FARC debe atender las preocupaciones de los ciudadanos reflejadas en el triunfo del No en el plebiscito, aseguró el expresidente Álvaro Uribe en una columna en The Wall Street Journal que confirma el influyente periódico como el único medio de la gran prensa mundial que está jugado en su crítica frontal a las negociaciones de La Habana.

“El gGobierno usó y abusó de todas las facultades en un esfuerzo por asegurar la victoria, pero millones de votantes decidieron que el país estaría mejor sin ceder a las demandas de los rebeldes”, escribió el hoy senador y jefe natural del Centro Democrático.

Uribe subraya, como lo ha hecho en el pasado, que si bien el enfrentamiento contra las FARC muchas veces es retratado como una guerra civil, el conflicto en Colombia no es de modo alguno un levantamiento popular contra un régimen opresivo, sino una lucha entre gobiernos democráticos contra persistentes amenazas terroristas. También califica a las FARC como un cartel del narcotráfico.

El expresidente repasa las políticas de sus dos gobiernos (2002-2010), para concluir que “aunque todavía está lejos de ser un paraíso, Colombia en el 2010 era un país más seguro con una economía que crecía rápidamente”.

Esos logros llevaron a la elección de Juan Manuel Santos, “a quien apoyé en su momento”, narra Uribe, pero acto seguido se queja de que poco después de posesionarse Santos cambió su plataforma política y enfocó su Presidencia en negociar con las FARC.

El texto presenta un escenario calamitoso durante el mandato de su sucesor, con la producción de coca duplicada entre el 2012 y el 2015, un crecimiento de la deuda pública de hasta 54 % en de 2015 y un nivel de impuestos corporativos que alcanzan el 75 %. “Colombia se ha hecho menos atractiva a los inversionistas privados”, asegura el senador Uribe.

El expresidente reitera las quejas que manifestó en el camino al plebiscito del 2 de octubre para refrendar la negociación de La Habana. “Había muchas razones para rechazar el acuerdo, incluidas serias dudas acerca de la legitimidad del propio plebiscito”, asegura.

“El Gobierno hizo una campaña vergonzosa”, afirma en un pasaje. Sostiene que los acuerdos habrían reemplazado el aparato judicial colombiano con un tribunal hecho a medida de las FARC y otorgarían amnistía al narcotráfico.

“El voto por el No significa que el acuerdo original ya no existe -sentencia Uribe, y apela al espíritu antisocialista de la línea editorial del Wall Street Journal-. Sin embargo, todavía es posible alcanzar la paz con los cambios profundos y necesarios que millones de colombianos han pedido. Sólo estos cambios pueden asegurar que Colombia no caiga en el populismo socialista apoyado por Venezuela que ha hecho avanzar las FARC y sus aliados. En consecuencia, espero que el gobierno colombiano escuche el mandato del pueblo para renegociar con las FARC”.

Para su audiencia internacional, el senador hace un listado de los reclamos que los colombianos ya le han oído: la justicia colombiana debe encargarse del sistema de justicia transicional, los cabecillas de las FARC que han cometido crímenes de guerra deben ser castigados, los comandantes que han cometido delitos graves no deben poder postularse a cargos públicos y la guerrilla debe renunciar a la fortuna que ha hecho gracias al narcotráfico.

“Además, el acuerdo debe incluir salvaguardias adecuadas para la inversión privada en Colombia, tales como el compromiso de respetar los derechos sobre las tierras, preservar la salud fiscal del Gobierno y mantener la economía privada competitiva”, reclama el jefe de la oposición al gobierno Santos.

“Colombia necesita la comprensión y el apoyo de la comunidad internacional para hacer profundos cambios en el acuerdo -concluye Uribe-. Esto es lo que el pueblo colombiano ha decidido, sabiendo mejor que nadie lo que está en juego”.

La columna es el más reciente en la serie de artículos abiertamente críticos con la negociación con las FARC y con el presidente Santos que ha publicado el Wall Street Journal, que incluso escribió un editorial en el que sostenía que quien merecía el Premio Nobel de Paz era Álvaro Uribe. De hecho, una de sus columnistas de cabecera, Mary Anastasia O’Grady, es de lejos la crítica más feroz del mandatario.

La rivalidad Uribe-Santos parece haberse trasladado a la prensa neoyorquina. Llama la atención el contraste entre la posición editorial del WSJ con la de su vecino en la gran manzana, The New York Times, que ha defendido el proceso de paz y criticado al expresidente Uribe, al que incluso etiquetó como “el hombre que bloquea la paz en Colombia” en un reciente editorial.