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| Foto: SEMANA

POLÍTICA

Así es el plan de gobierno del uribismo

El expresidente Álvaro Uribe le trazó la línea política que deberá defender quien resulte elegido candidato presidencial.

25 de octubre de 2013

Álvaro Uribe ha reiterado hasta el cansancio que, en su criterio, el país ha perdido el rumbo. E insiste en señalar lo que considera los bandazos del presidente,  Juan Manuel Santos, sobre todo en materia de seguridad, que para el exmandatario, es el principal cimiento de la paz.

Es por eso que les señaló a sus tres precandidatos cinco tareas específicas para recuperar “el orden y la seguridad”. La primera, restablecer la fe ciudadana en la seguridad como valor democrático. La segunda, recuperar la motivación de los soldados y policías, los cuales, aseguró, son el fundamento de la seguridad.

Su diagnóstico es que las Fuerzas Armadas están “humilladas, encarceladas y sin esperanza”, por el cambio de opinión del Congreso y el propio gobierno. “Degradaron a nuestros soldados y policías a la condición terrorista,  de victimarios reales y potenciales. Y los terroristas han sido promovidos al grado de actores de conflicto”.

Para ello propuso una norma constitucional que establezca que por hechos de servicio,  entre fechas definidas, se les cobije con libertad condicional, con requisitos para recibir y mantener este beneficio. Y también pidió analizar la posibilidad de un Tribunal transitorio que revise los casos, con la participación de jurados de conciencia, que estén “ajenos a sesgos políticos”.

La tercera tarea que dejó Uribe a sus precandidatos es fortalecer la integración entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía. Ese vínculo se consiguió en su gobierno, recuerda, con cuatro millones seiscientos mil cooperantes, “Era el vínculo para construir confianza ciudadana y transparencia en la eficacia de la acción armada institucional. El esquema se ha perdido por falta de gerencia, hoy hay temor y, de nuevo, desencanto o desinterés para denunciar”.

La cuarta, que el presidente de la República asuma el liderazgo de la política de seguridad, porque a su juicio el discurso de la paz desorienta a la tropa. “La orden de combatir al terrorismo se ha neutralizado con la de asumir el asesinato de los soldados y policías como costo normal de las negociaciones de paz”. Por eso aseguró que el país necesita un presidente que en lugar de desorientar a las Fuerzas Armadas e igualarlas con el terrorismo, las quiera y dirija.

La quinta tarea se la encomendó a sus candidatos al Congreso, pues dijo que el país demanda un Congreso denuncie los hechos de inseguridad y haga control político sobre las acciones para combatirlos. “No puede ser que el discurso parlamentario de la paz siga de espaldas a la angustia ciudadana por la violencia”.

Uribe volvió a cuestionar los diálogos de paz en Cuba entre el Gobierno y las FARC, e incluso consideró que la única posibilidad de que hoy se suspenda es por obedecer a un cálculo político.

El expresidente también criticó al actual gobierno por su manejo económico y, entre otros temas, dijo que las nuevas normas tributarias han derogado incentivos a la inversión, lo que ha repercutido en señales de falta seguridad y de coherencia.

Se opuso a la prima que el gobierno le reestableció a los congresistas, insistió en que el Congreso debe reducir su tamaño, y hasta propuso reducir las altas pensiones de los expresidentes.
Uribe también aprovechó para saludar al exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, hoy detenido por parapolítica, y al excomisionado de paz Luis Carlos Restrepo, a quien calificó de “héroe en el exilio”.