Home

Nación

Artículo

Uribe afirma que a la luz del numeral 36 del acuerdo de justicia todos los integrantes de las FARC “serán elegibles, sin importar la gravedad del delito”.

POLÍTICA

Los dos sapos del proceso de paz que Uribe no se tragaría

El expresidente rechaza que no haya castigo de cárcel a los jefes de las FARC y que estos puedan participar en política.

28 de diciembre de 2015

El expresidente Álvaro Uribe aún no define si hará campaña en contra del plebiscito por la paz, o si optará por el camino de la abstención. Pero parece haberle tomado la delantera al Gobierno para explicar los alcances de los acuerdos con la guerrilla de las FARC y se ha decidido por dar a conocer su interpretación de los mismos.

“Plebiscito consciente”. Así ha denominado una serie de comentarios basados en la interpretación que hizo de lo pactado en materia de justicia. Los primeros diez puntos, que dio a conocer este lunes, se relacionan con las sanciones a los jefes guerrilleros y su participación en política. Uribe ha sido quien más se ha rasgado las vestiduras ante la posibilidad que los máximos cabecillas de las FARC tengan elegibilidad política después del proceso de paz.

Uribe afirma que a la luz del numeral 36 del acuerdo de justicia todos los integrantes de las FARC “serán elegibles, sin importar la gravedad del delito”. Eso, dice el senador del Centro Democrático, lo ratificó el presidente Juan Manuel Santos “al decir que ‘Timochenko’ puede ser presidente”.

El numeral 36, firmado entre los negociadores del Gobierno y los de las FARC, señala: “La imposición de cualquier sanción en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) no inhabilitará para la participación política, para lo cual las partes acordarán las reformas constitucionales pertinentes”.

Según la interpretación que hace Uribe es que este punto, se permitirá “a los autores de las masacres de Bojayá o El Nogal ser alcaldes o gobernadores”. Incluso afirmó: “Romaña puede pasar de ser el mayor secuestrador entre Bogotá y Villavo a gobernador de Meta o Cundinamarca”.

Uribe también cuestiona el hecho de que no haya cárcel como sanción a los jefes guerrilleros. Así lo señala el artículo 60 del acuerdo, dice el expresidente: “Cabecillas sin cárcel por delitos graves que reconozcan”.

Para el jefe del Centro Democrático, “la falta de cárcel para cabecillas por atrocidades privará a víctimas del Derecho de No Repetición de Violencia”.

A la luz de estas críticas, Uribe se opone a que no haya cárcel efectiva para los cabecillas de las FARC y a que estos puedan participar en política. Para muchos, esos son los dos principales sapos que hay que tragarse para poner fin al conflicto. Al parecer, Uribe no está dispuesto a hacerlo.