“No me voy a poner en una pelea de aruñetazos con el presidente”

Es la primera vez que Álvaro Uribe Vélez, jefe natural del Centro Democrático y uno de los principales voceros del No en el plebiscito, se refiere a la posibilidad de que el Gobierno alcance un nuevo acuerdo de paz sin incluirlo. Un escenario que se advertía imposible en la primera semana posplebiscito, pero que no se descarta ahora, cuando se completan cuatro semanas de conversaciones sin que se conozcan resultados efectivos y concretos.

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De hecho, el presidente Juan Manuel Santos, antes de su visita al Reino Unido, planteó esa posibilidad en la entrevista que concedió al diario británico The Observer, aunque aclaró que no sería lo ideal.  

"Espero que Uribe también llegue a bordo porque queremos un consenso lo más amplio posible. (…) Si (Uribe) decide no subirse al tren, entonces estará simplemente aislado y continuaremos con las otras personas (que antes se oponían al acuerdo) porque no podemos simplemente parar el proceso (…)”.

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Uribe no fue indiferente a esa posibilidad, y este lunes, tras una de las más intensas reuniones que los voceros del No han sostenido con los delegados del Gobierno, Humberto de la Calle incluido, que se extendió por más de ocho horas, se pronunció al respecto.

“Yo creo obrar mejor, en función de Colombia y de los intereses del país, si en lugar de ponerme en una pelea de aruñetazos con el presidente de la República sigo trabajando aquí buscando las modificaciones al acuerdo, modificaciones que consideramos fundamentales”, dijo Uribe al término de la reunión.

También recordó que él y su partido le han pedido debates y conversatorios públicos sobre los acuerdos, “pero él (Santos) siempre los niega”. Por eso insistió que el mejor camino es “seguir en la tarea de buscar reformas de fondo a los acuerdos de La Habana”.

Uribe estuvo más de ocho horas en el Ministerio del Interior, en compañía de otros voceros del No, como el exprocurador Alejandro Ordóñez, la excandidata Marta Lucía Ramírez y el excomisionado de paz Camilo Gómez, quien representa al expresidente Andrés Pastrana.

Una jornada maratónica, similar a la del pasado sábado, cuando se discutieron los puntos de reforma agraria integral y de participación en política. Este lunes el tema fue quizás el más complejo, el de la justicia transicional, donde se ubica el mayor número de observaciones y ajustes propuestos por el Centro Democrático, que en un documento sugirieron eliminar el capítulo acordado en La Habana, y a cambio adoptar una nueva redacción que incluya sus exigencias.

Otra jornada en la que no se conocieron resultados concretos. Por el contrario, lo que se advierte es que las conversaciones se extenderán, en principio hasta el jueves, día en que Humberto de la Calle y los demás miembros del equipo negociador del Gobierno regresarán a La Habana con el propósito de hacer modificaciones puntuales al texto del acuerdo de paz. Este martes volverán a reunirse.

Camilo Gómez, quien estuvo la mitad de la reunión, le dijo a Semana.com que aunque no haya resultados concretos, sí se han presentado avances, por lo menos en la dinámica de esta negociación. “Se han ido perdiendo las desconfianzas -señala como el principal logro-. Ha sido un intercambio amable, franco, cordial y sincero”.

Sin embargo, el vocero del expresidente Pastrana aclara que aunque el objetivo es trabajar con celeridad en un nuevo acuerdo, dice que las discusiones no pueden ser a las carreras. “Si tardaron cuatro años en La Habana, no se va a modificar en siete días en Bogotá”.

Pero los planes del Gobierno son otros, e insisten en llegar acuerdos con los voceros del No a la mayor brevedad.

“Estamos revisando minuciosamente punto por punto de la agenda para buscar las coincidencias, para establecer las diferencias y poder seguir enriqueciendo este debate que le permita al gobierno nacional tener unas conclusiones claras esta semana...”, dijo el ministro Juan Fernando Cristo, a manera de conclusión.

El Gobierno y los voceros del No ya completan cuatro semanas de negociaciones, tras la crisis política y jurídica del plebiscito del 2 de octubre.