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Andrés Camacho Casado. | Foto: Archivo SEMANA

CARRUSEL

La pesadilla del concejal Camacho Casado

El político busca desesperadamente firmar un preacuerdo con la Fiscalía por el ‘carrusel’ de la contratación.

17 de septiembre de 2013

Tiene cerca de 33 años, un temperamento pacífico y no es muy dado al debate. Quienes lo conocen aseguran que tampoco le gusta el desafío público. Por eso y para no crear más ruido con su vinculación al ‘carrusel’ de la contratación, el concejal de La U Andrés Camacho Casado está listo para firmar un preacuerdo con la Fiscalía.

El cabildante, quien asiste aún a los debates de la Comisión de Gobierno en el Concejo capitalino, anda con la cabeza gacha. Sabe que en el momento en que firme su negociación, en la que se compromete a contar todo cuanto hizo en el tema de la contratación irregular en Bogotá, su carrera política terminará. También porque es probable que la Fiscalía le ‘perdone’ algunos de sus pecados, pero por otros deberá seguramente pagar un corto periodo tras las rejas.

¿Qué es lo que se está negociando? Fuentes del proceso aseguran que después de consultar con muchos abogados, Camacho no tuvo otra opción que aceptar el delito de tráfico de influencias, porque en la Unidad de Mantenimiento Vial del Distrito, él y su partido político, lograron instalar a un director para favorecerse políticamente durante la administración de Samuel Moreno.

El exconcejal Hipólito Moreno, el exsecretario de Salud Héctor Zambrano, así como el controvertido empresario Manuel Sánchez lo han mencionado en sus procesos. Camacho, con su poder en la entidad, pudo hacer llegar desarrollo a los lugares donde tenía su fortín en Bogotá. ¿Cómo? En uno de los aspectos que más impacta en los barrios capitalino población: arreglo y mantenimiento de vías.

A la vez, el concejal se habría lucrado de una empresa que contrató con esa entidad y que habría destinado entre 400 y 500 millones de pesos para la última campaña política que lo afianzó en el Concejo.

Camacho y su grupo político fue, a la luz de las pruebas, quien recomendó al exdirector de la Unidad Iván Hernández con quien logró su cometido. El cabildante está dispuesto a aceptar el delito ya mencionado porque también quiso manejar el contrato de las ambulancias que terminó por enredar a Moreno y Zambrano.

Para esa licitación, por 67.000 millones de pesos, presentó una empresa a la que quería le adjudicaran el contrato. El cálculo le falló porque ese contrato ya estaba amarrado por Hipólito Moreno. Pero si bien la empresa de Camacho no ganó, él sí está dispuesto a aceptar que, de manera irregular, puso el nombre de empresas en el tapete de las contrataciones.

Adicionalmente hay otro tema que no deja dormir a Camacho y que ha quedado prácticamente en el olvido. Se trata del sinnúmero de fundaciones a través de las cuales llegó a manejar cientos de millones en contratación con el Distrito. Un informe de El Tiempo recordó que fue la edil de Teusaquillo Gloria Oramas (Progresistas) quien advirtió a la Procuraduría que Camacho era el que coordinaba la contratación del Distrito con las entidades sin ánimo de lucro Unuma (ahora Fundación Trabajando Unidos), Coalde (ahora Corporación Unión y Desarrollo), Cordeci (ahora Corporación para el Desarrollo Social), Corcreo (ahora Corporación Avance y Equidad) y GES (ahora Fundación Gobierno, Estado y Sociedad).

Según la denuncia, esas entidades funcionaron en una casa del barrio Polo Club, que pertenecía a Camacho. Ahora, en el proceso de negociación del concejal con la Fiscalía, es muy probable que también termine por confesar lo que hasta ahora son presuntas irregularidades.

Los fiscales, según se supo, están listos para presentar ante un juez un principio de oportunidad para este joven concejal. Nadie sabe cuánto tiempo podría pasar tras las rejas por sus culpas. Lo cierto es que, según sus allegados, él quiere y cuanto antes terminar con esta pesadilla.