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Andrés Carne de Res. | Foto: SEMANA.

INVESTIGACIÓN

Las nuevas revelaciones de lo que pasó en ‘Andrés’

Semana.com presenta los detalles que arrojó la investigación de la presunta violación.

21 de noviembre de 2013

En la última semana y mientras el país fijaba su atención en otras noticias de la coyuntura nacional, los fiscales que indagan sobre la presunta violación de una joven de 19 años en el restaurante Andrés Carne de Res sumaban una a una las piezas para reconstruir el caso de lo que realmente ocurrió.

Fue una tarea dispendiosa. Semana.com confirmó que el fin de semana pasado los fiscales arrancaron la investigación prácticamente de cero y con una enorme presión por el ruido mediático que ha generado este asunto.

El viernes y el sábado anteriores, los investigadores rehicieron la historia de lo ocurrido en la madrugada del 2 de noviembre, recorrieron el lugar, obtuvieron las imágenes originales de las más de 100 cámaras de seguridad del restaurante y de lugares aledaños, y recogieron nuevos testimonios de la víctima, así como de varios meseros.

Se hizo énfasis en tres de esas declaraciones, de igual número de trabajadores del restaurante, quienes fueron testigos de excepción de lo ocurrido. También se tomó la declaración de un encargado de seguridad del prestigioso sitio ubicado en Chía, municipio vecino de Bogotá. Las indagaciones han rendido fruto.

Por la información contenida en imágenes y los numerosos testimonios ha sido posible reconstruir lo ocurrido con la joven agredida e, incluso, los eventos antes de su ingreso al lugar. En efecto, se confirmó que ella y sus cuatro amigas ingirieron una botella de aguardiente comprada en un minimercado de Chía.

Antes de ingresar a ‘Andrés’ tomaron tequila de una botella ofrecida por unos amigos que, por casualidad, se encontraron en la entrada del restaurante. Después, en los videos, se ve a las jóvenes en el sitio disfrutando de la fiesta de disfraces programada para esa noche.

Luego, diversas pruebas advierten que las mujeres compraron en el lugar otra botella de tequila. Bailaban y se divertían alegremente. Más tarde, se ve la presunta víctima muy cerca de la mesa del abogado Camilo Enrique Ramírez, quien estaba acompañado de un ciudadano español que fue profesor suyo. El sujeto, de quien las autoridades tienen plena identificación, había llegado al país para cumplir actividades académicas.

Ramírez y el español les compraron a las jóvenes, entonces, media botella de tequila mientras ellos disfrutaban de una botella de whisky. Luego de mucho baile y coquetería, las cámaras captan la imagen de Ramírez intentando salir del lugar. Él tenía una camisa clara. En su mano izquierda llevaba el licor, mientras la derecha le servía para sostener a la joven de 19 años. Ella caminaba tambaleante y se sostenía de las sillas y las mesas, presumiblemente debido a la cantidad de alcohol ingerido.

Se fueron rumbo al parqueadero interno. Uno de los hombres de seguridad relató que Ramírez, como si conociera exactamente el lugar, llevó a la mujer hasta una especie de taller de mantenimiento que hay en la parte trasera del sitio. Una vez allí tomó una silla, la instaló en un área suficientemente oscura y, entonces, tuvo relaciones con la joven.

Más tarde, según el relato, al abogado se ve tratando de levantar a la mujer, quien yacía en el piso, quizá producto del alicoramiento, según conceptúan los investigadores. Los análisis posteriores confirman que ella tenía un grado severo de intoxicación por alcohol.

Al no poder levantarla, el abogado trató de despertarla moviéndola con su pie. No lo logró y decidió volver al restaurante, donde su antiguo profesor estaba ebrio y prácticamente dormido sobre una de las mesas. Mientras tanto la joven seguía en el sitio.

Habló con el español, logró incorporarlo y se marcharon del lugar en una camioneta contratada previamente para regresar a Bogotá. Los fiscales entrevistaron al conductor del vehículo, quien aseguró que el abogado iba en buen estado y consciente de lo que pasaba.

Lo demás ya es historia: el papá de la joven la recogió en el sitio, la llevó a la clínica de Teletón, cerca del restaurante, y días después interpuso una denuncia ante la Policía de Chía por presunta violación. El fin de semana pasado la joven volvió a declarar. Hizo un extenso relato pero advirtió que no recuerda muchas cosas, entre las cuales se encuentra la presunta relación sexual con el abogado.

Ante esto se hicieron nuevos análisis médicos de sangre y orina a la víctima, que Medicina legal evaluó y entregó este jueves a los fiscales. La joven presuntamente violada también se puso a disposición de especialistas que harán, entre otras cosas, un perfil sicológico.

Sospechas por actuación de policías

La semana pasada, el vicefiscal, Jorge Perdomo, advirtió que la Fiscalía abriría investigación penal contra los miembros de la Policía que recibieron la denuncia porque diez días después del escandaloso episodio no habían remitido sus hallazgos ante un fiscal.

Semana.com conoció que tres uniformados fueron trasladados de la estación de Policía de Chía a otras dependencias, mientras avanza la investigación. Lo cierto es que en la Fiscalía aún no se explican por qué los uniformados guardaron durante tanto tiempo las declaraciones y evidencias de lo que ocurrió.

Este viernes los fiscales, con la conclusión de Medicina legal, tomarán una pronta decisión. Los funcionarios tienen las evidencias suficientes y no se descarta que, incluso, soliciten una orden de captura contra Ramírez. Por lo pronto, él ha guardado silencio y contrató al mismo abogado que atiende la causa judicial del exalcalde de Bogotá Samuel Moreno.

Para él quizá fue una relación sexual consentida. Sin embargo, algunos investigadores en estos casos le dijeron a Semana.com que si bien su argumento puede ser verdad, también puede ser cierto que la joven estaba en tal nivel de inconciencia, que pudo ser manipulada. Será un juez quien dictamine lo que pasó.