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Animales políticos

Uribe y Serpa son unos leones, Gaviria un oso, y Mockus un mico. Estas son las imágenes que tienen los colombianos sobre los candidatos, según un curioso estudio elaborado por Napoleón Franco.

29 de abril de 2006

Es el hombre un animal político? ¿Lo son los candidatos? Algunos analistas piensan que sí. O al menos, consideran que su imagen ante los electores tiene elementos que los asemeja a algunas especies del reino animal. Tanto, que a la hora de investigar las percepciones de los ciudadanos sobre los aspirantes presidenciales, los interrogan sobre las figuras de la fauna a quienes más se les parecen. ¿Quién es un 'tigre' en la política? ¿Hay alguna 'rata'?

El estudio se ha hecho en otros países. Algunos resultados curiosos indican que, para sus respectivos gobernados, George Bush parece un león; José María Aznar, un ratón; Tony Blair, un perro, y Fidel Castro, un cocodrilo.

Napoleón Franco ha utilizado esta metodología en Colombia. Su firma de investigación de opinión pública fue contratada en forma exclusiva por SEMANA, RCN televisión, RCN radio y La FM para hacer las grandes encuestas de la actual campaña. La próxima será divulgada el próximo viernes en Radiosucesos RCN y será ampliamente analizada en los demás medios del pool. Con base en un avance, de 1.040 encuestados en 30 municipios, Napoleón Franco hizo el presente estudio sobre percepciones de los cuatro principales candidatos. Estos son los resultados.
 
Uribe, el león

Para la mayoría de los encuestados, el presidente Álvaro Uribe se parece a un león. El rey de la selva, al fin y al cabo, tiene condiciones como poder y dominio que son propios de los mandatarios que aspiran a la reelección. En el caso de Uribe, el temperamento bravo también facilita la asociación, e incluso otros apelativos menos virtuosos, como la soberbia.

El segundo animal mencionado por los colombianos es el tigre: un cuadrúpedo ágil y rápido, y en tercer lugar, el fiel perro. Los tres, sin embargo, tienen una connotación de agresividad, de actitud atacante, y todos inspiran temor. La imagen de Uribe ha cambiado en estos cuatro años: en 2002 un grupo amplio de ciudadanos lo asociaba con el mico, un animal que hace monerías y maromas, y con el pacífico conejo. La metamorfosis denota el crecimiento de Uribe en la escala política, de un político menor a quien pocos le reconocían posibilidades de victoria en 2002, a uno de los mandatarios más poderosos de todos los tiempos, en 2006. Su imagen de líder se ha consolidado.

Serpa, otro león

Igual que al Presidente, los colombianos asocian a Serpa con un león. Le reconocen carácter y vocación de poder. Serpa se le acerca a Uribe en el terreno de las altas jerarquías de la selva: son los pesos pesados de la actual competencia.

Los otros dos animales con los que se asocia a Serpa son el perro -leal, pero también el que muerde y da la pelea- y el gato. Este último tiene cualidades de independiente, aunque hay quienes se encariñan con los gatos y sienten en ellos la reciprocidad de un buen trato.

Las percepciones sobre el candidato liberal también se han modificado en los últimos cuatro años. En 2002, cuando tal vez estaba más presente en la memoria colectiva el famoso vibrato, la mayoría lo veía como un mico, y un porcentaje amplio lo identificaba con un astuto zorro. El cambio, hacia el disfraz del gato, tiene que ver con la imagen de un hombre que se acomoda y se acopla. Que puede pasar, por ejemplo, de la tensión de una campaña, al ambiente tranquilo de una embajada.

Gaviria, el oso

Carlos Gaviria, el candidato del Polo Democrático Independiente, para la mayoría de los encuestados se parece a un gato; en segundo lugar, a un oso, y en tercero, a un perro. Lo del gato se refiere a la imagen de independencia que proyecta el Polo, y lo del perro, a sus dotes de guardián y guía.

Pero lo que más llama la atención en Carlos Gaviria es su identificación con el oso. Un animal poco común, con el cual pocos electores colombianos han tenido un contacto directo. Una especie más desconocida que las de sus competidores. A la vez, un hombre que dan ganas de abrazar, cariñoso: un papá Noel. En esta identificación cabría incluso un componente morfológico: canoso, maduro y profesor, Gaviria parece un osito de peluche que se identifica con características como 'más honesto y confiable' y 'más preocupado por gente común y corriente'. El oso es un animal que no da miedo e inspira ternura, pero que no se vincula con condiciones propias de gobierno como el liderazgo, el don de mando o la astucia.

Mockus, el mico

El ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, se asocia en primer lugar con la figura del mico o chimpancé. Este animal tiene indudables virtudes para la política: es ingenioso, independiente y familiar. Sin embargo, también tiene condiciones que son negativas a la hora de escoger al rey de la selva: hace muchas muecas, pero tiene problemas de comunicación. Es simpático, pero incomprensible e impredecible. Elementos que sin duda le vieron los electores a Mockus en la pasada campaña electoral, el 12 de marzo, cuando le castigaron el exceso de simbolismo y la abstracción de los mensajes.

Los otros dos animales que los electores asocian con Antanas Mockus son el gato y el perro. Ambos domésticos, pequeños pero contradictorios: ¿se pelean los equívocos mensajes, como perros y gatos? En las percepciones que componen su mapa ante los electores, Mockus tiene el mayor grado de independencia, lo cual tiene que ver con su evidente distancia con los políticos.