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El sucesor de Juan Lozano deberá manejar las diferencias entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, los verdaderos jefes del Partido de la U.

POLÍTICA

Año nuevo, líder nuevo

En medio de villancicos y festejos, casi todos los partidos harán convenciones y congresos que implicarán un cambio de su jefatura para prepararse hacia un 2012 en el que no habrá elecciones.

3 de diciembre de 2011

Los revolcones en las cúpulas de los partidos son casi inevitables después de unas elecciones. Los perdedores buscan responsables y los ganadores, nuevas figuras para mantener la senda. En este mes y en los primeros de 2012, todos los partidos políticos del país se reunirán en convenciones o congresos nacionales para elegir nuevos dirigentes. A quién elijan casi siempre es un reflejo del equilibrio de poderes dentro de las toldas y también es un presagio del camino que tomará cada uno.

 
La U
Lozano no va más

A pesar de que logró buenos resultados en las elecciones locales, el director de La U, Juan Lozano, asegura que no va más, a pesar de la insistencia de sus dos jefes: Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe. Lozano afirma que recibió un partido sin representación regional y lo entregó consolidado a nivel nacional. Es el momento de entregar la antorcha. Lozano se quedará hasta marzo, cuando tendrá lugar el Congreso Nacional que escogerá al nuevo director. La U debe elegir a alguien que logre mantener el equilibrio entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, ya que, según Lozano, el partido sigue siendo "santista y uribista". El único que ha manifestado su aspiración es el senador Armando Benedetti, pero no está claro que tenga el respaldo necesario. También suena el exministro Óscar Iván Zuluaga, quien goza de los afectos de Uribe y Santos. No obstante, en días pasados Juan Carlos Vélez planteó la posibilidad de que Zuluaga fuera el candidato uribista en 2014 y, por esto, pocos ven con buenos ojos que asuma la dirección pues sería, a su manera de ver, entregarle el partido a Uribe. Si en el congreso no sale una figura que les dé garantías a ambos "bandos", lo más probable es que se elija a una dirección colegiada compuesta por los senadores y representantes de mayor votación. No obstante, el ambiente es cada vez más tenso y la situación entre los expresidentes cada vez más delicada.

Polo Democrático
Todos con Clara

El único tema que no genera controversias dentro del Polo es que Clara López volverá a la dirección del partido cuando termine su gestión en la Alcaldía de Bogotá. Camilo Romero, Luis Carlos Avellaneda, Iván Cepeda y Germán Navas afirmaron que existe un trato que establece que la dirección de Jaime Dussán es temporal. "(Clara) Es la única figura que no polariza", sentencia Avellaneda. La tarea de Clara, si llega, no sería fácil. Debe redoblar esfuerzos para mantener la unidad y evitar que la disidencia encabezada por Avellaneda y Romero se salga del partido. También debe demostrarle al país que el Polo es un partido de oposición constructivo y que tiene propuestas para un país mejor. Y por último, ya se habla de que Clara se dedicará a preparar su candidatura para 2014. Porque con esas encuestas, ¿quién no lo haría?

Liberales
De Pardo al pluralismo

Después de que Rafael Pardo entregó un partido que logró un upgrade en la Unidad Nacional (pasó a invitado de primera clase con dos ministros en el gabinete), la constituyente liberal del 10 y 11 de diciembre escogerá a su sucesor, que ejercerá hasta 2013. Simón Gaviria y Juan Fernando Cristo, los congresistas con más ascendencia dentro del partido, declinaron sus aspiraciones y aceptaron encabezar la actual dirección temporal. En estos días andan dedicados a construir consensos y lo más probable es que se elija una dirección colegiada con siete u once miembros: buscarán un equilibrio regional, un equilibrio entre Senado y Cámara y una importante cuota de género. También hay voces minoritarias que piden una dirección única. Para esta minoría solo alguien con el prestigio del expresidente César Gaviria o del gobernador de Santander, Horacio Serpa, lograría un apoyo interno mayoritario. Cualquiera que sea la decisión de la constituyente, la nueva dirección manejará el proceso de reunificación liberal.

Verdes
Lucho para rato

Después de la renuncia de Antanas Mockus y la derrota en la Alcaldía de Bogotá, los verdes andaban de capa caída. También su vocero, Luis Eduardo 'Lucho' Garzón, quien llegó a decir que se retiraba temporalmente de la mesa de unidad y que se tomaría un tiempo para pensar hacia dónde iba el partido. Pero la semana pasada, la dirección nacional del partido ratificó por unanimidad a Garzón como vocero y presidente. También decidió seguir participando en la mesa de Unidad Nacional y Garzón, empoderado, planea liderar una agenda social y ambiental en el país para sintonizarse con la opinión pública. Hace pocos días, por ejemplo, se reunió con el presidente Santos y le puso los puntos sobre las íes sobre temas como la minería, la paz y la reelección. Dentro la agrupación también habrá cambios. "Vamos a democratizar el partido", dice Alfonso Prada, representante a la Cámara, quien afirma que ampliarán la dirección nacional para dar vocería a quienes resultaron ganadores en las pasadas elecciones. Otro reto será limar asperezas con la tendencia mockusiana, en especial el senador John Sudarsky y la representante Ángela María Robledo, que permanecen en el partido a pesar de que sus corazones están con Mockus.

Conservadores
¿Un cambio radical?

El miércoles pasado, los azules eligieron al senador del Atlántico Efraín Cepeda como nuevo director en reemplazo de José Darío Salazar. Cepeda recibe un conservatismo en crisis: fue el gran perdedor de las elecciones regionales, proyectos de su autoría como la penalización del aborto y la inmunidad parlamentaria fueron derrotados, y el presidente del Senado, Juan Manuel Corzo, miembro de este partido, recibió más críticas que aplausos. Y por si fuera poco, son los 'patitos feos' de la Unidad Nacional, estuvieron vinculados a escándalos de corrupción como el de la Dirección Nacional de Estupefacientes y están lejos de ser la fuerza dominante del país. Por todo lo anterior, en su discurso de posesión, Cepeda prometió un cambio de 180 grados y anunció un acercamiento con el expresidente Pastrana, "un jefe natural del partido". También anunció que se creará un "consejo de sabios" para dirigir la renovación del partido. En este tendrían asiento pesos pesados como la exministra Marta Lucía Ramírez; el periodista Juan Gabriel Uribe; el presidente de Fenalco, Guillermo Botero; el expresidente del Sindicato Antioqueño Nicanor Restrepo; los exministros Roberto Junguito y Alberto Carrasquilla; el empresario Manuel Santiago Mejía; el rector de la Universidad Sergio Arboleda, Rodrigo Noguera, y el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie. Cepeda, quien es pastranista de pura cepa pero mantiene buenas relaciones con los uribistas y los conservadores radicales, puede ser clave para evitar la ruptura del partido entre ambos bandos.

Cambio Radical
Sin cabeza visible

Carlos Fernando Galán abandona la dirección de Cambio Radical en medio de rechiflas internas por sus controvertidas decisiones de retirar avales. Aunque todavía no es muy claro quién lo reemplazará, el partido tiene programada una convención nacional para el 16 de diciembre. En esta, Galán entregará un informe con los resultados de las elecciones locales y se elegirá una nueva dirección. Los senadores y representantes, encabezados por Antonio Guerra y Fuad Char, ya llegaron a un acuerdo para presentar una plancha única para una dirección colegiada, la fórmula que utilizaron cuando Germán Vargas abandonó el partido para perseguir sus aspiraciones presidenciales en 2010. Otras voces dentro del partido han dicho que es posible que Álex Char, alcalde de Barranquilla, reemplace a Galán en la dirección cuando entregue su mandato. Char es reconocido como uno de los líderes jóvenes con más carisma y fuerza del partido, pero su llegada no es segura.