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Desde el medio día del pasado domingo, casi 40 barrios de Barranquilla están sin luz. | Foto: Cortesía El Heraldo

APAGÓN

Barranquilla: el triste desenlace de protestas

Hubo dos muertos, 28 lesionados y una docena de detenidos por falla en el servicio eléctrico.

7 de mayo de 2014

Francisco Ardila Salas, de 57 años, y Julio Gómez Iturriago, de 18, son las dos personas muertas como consecuencia de los disturbios que se han presentado en Barranquilla y los municipios de su área metropolitana desde el pasado domingo, cuando los habitantes de casi 40 barrios populares salieron a las calles a protestar por la suspensión del servicio, manifestaciones que se prolongaron hasta el martes.
 
Este lunes en la tarde murió en Soledad, municipio del área metropolitana, Julio Gómez, quien resultó herido en la región abdominal por una bala ‘perdida’. En la madrugada de este miércoles murió Francisco Ardila Salas, un vendedor ambulante que había sido herido el lunes también por una bala perdida que le impactó el rostro cuando se transportaba en una motocicleta como parrillero, en inmediaciones del barrio Manuel Beltrán.  
 
Ardila fue trasladado de manera inmediata al Hospital Universitario, donde permaneció 48 horas hospitalizado, pero un edema cerebral terminó provocando su deceso, de acuerdo con el parte médico expedido. Otras 28 personas resultaron con diferentes heridas por los choques con la fuerza pública, y otros fueron atendidos en centros hospitalarios al ser afectados con gases lacrimógenos.
 
El malestar se originó por un incendio en la subestación del barrio 20 de Julio, en inmediaciones del Estadio Metropolitano, un sector popular y muy poblado de Barranquilla, vecino del municipio de Soledad. En total, cerca de 40 barrios resultaron afectados y la reacción de la población fue bloquear vías principales como la carrera 30, la calle 45 o Avenida Murillo Toro, la troncal de Transmetro, y la avenida Circunvalar, todas vías arterias de la capital del Atlántico.
 
El malestar de la población terminó generando atentados contra infraestructuras públicas, como la estación Pacho Galán de Transmetro, servicio que fue suspendido en horas de la noche del lunes afectando la movilidad de la ciudadanía.
 
Como consecuencia de las protestas y bloqueos, que llevaron a enfrentamientos con fuerzas especiales de la Policía, se realizó un comité extraordinario de orden público presidido por la alcaldesa, Elsa Noguera; el gobernador del Atlántico, José Antonio Sejebre; el comandante de Policía; los cuatro alcaldes del área metropolitana, y los gerentes de Electricaribe y Triple A, empresa encargada del suministro de agua que también se vio afectado por la suspensión del servicio de energía.

Este miércoles, el servicio se había restablecido en el 95 %, al ser remplazadas las celdas, equipos de protección y cables de potencia averiados con el incendio. Semana.com consultó con ingenieros expertos en el tema eléctrico y afirmaron que la subestación donde se produjo la falla en el barrio 20 de Julio es una subestación que tiene 15 años de servicio y había sobrepasado sus años de vida útil, que puede estar entre 12 y 15 años, pero en condiciones de buen mantenimiento. Lo que saben y sostienen los expertos en Barranquilla es que el plan de mantenimiento de las subestaciones no es el mejor, por eso el daño terminó provocando una reacción en cadena de todo el sistema.
 
El presidente Santos, que se encontraba reunido con un grupo de empresarios en Combarranquilla, sufrió en carne propia una falla en el servicio el día domingo. Electricaribe surgió en 1998 cuando el gobierno del presidente Ernesto Samper decidió intervenir las electrificadoras de los siete departamentos de la costa y entregar el servicio a una empresa privada. 
 
Durante una década la firma estuvo controlada por Unión Fenosa, pero hace tres años vendió a Gas Natural, empresa cuyo gran negocio es la comercialización de gas. Durante estos tres años se ha producido el deterioro en la prestación del servicio, que siempre ha sido el gran problema en la región. La cultura de no pago fomentada durante décadas por las electrificadoras públicas, conexiones fraudulentas y problemas permanentes como consecuencia de la proliferación de barrios subnormales, son las principales causas. 
 
Sin embargo, Electricaribe, durante los años de Fenosa, llegó a tener un recaudo de cartera superior al 95 %. La crisis obligó al ministro de Minas, Amylkar Acosta, a desplazarse a Barranquilla el mismo lunes para atender la emergencia, pero sus declaraciones en las cuales justifica lo ocurrido diciendo que la cartera está disparada, fueron duramente criticadas en Barranquilla. 
 
Lo que se sabe es que esa cartera está por encima de lo real porque hay sobrefacturación y el plan de inversiones está contemplado en la tarifa que la empresa cobra a los usuarios. Pero se ha generado un círculo vicioso: la empresa no invierte porque dice no tener recursos porque los usuarios no pagan y los usuarios no pagan porque el servicio es malo.
 
Una de las críticas fue la alcaldesa Elsa Noguera, quien vía Twiter le reprochó al ministro Acosta haberse reunido primero con funcionarios de Electricaribe y después con las autoridades distritales y departamentales. Además, se quejó del trabajo de la empresa reguladora de energía. 

Increíble que @MinMinas_ llegue primero a escuchar a Electricaribe y no a las autoridades que defendemos a nuestra gente.

— Elsa Noguera (@elsanoguerabaq) May 6, 2014

 

Es evidente que ElectriCaribe no ha realizado inversiones con las que se comprometió. Pediremos intervención de @MinMinas_ Superintendencia

— Elsa Noguera (@elsanoguerabaq) May 6, 2014

 

Inaceptable la emergencia generada por ElectriCaribe. Por eso hemos citado a Comité de Orden Público para las 7:30 am en @alcaldiabquilla

— Elsa Noguera (@elsanoguerabaq) May 6, 2014

La gerencia de Electricaribe, a través de un comunicado, manifestó que el apagón se complicó porque tuvieron que instalar más celdas para transformar energía de alta a media tensión.

En estos meses la temperatura en la costa caribe se incrementa por la temporada de lluvias y alcanza hasta 35 y 37 grados en las horas de mayor sofocación por la humedad. Y si además de eso no hay agua y se prolonga por dos días, el malestar se generaliza, como ocurrió entre el domingo y hoy miércoles cuando se comenzó a normalizar el servicio en Barranquilla y su área metropolitana.