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¿Arabianca?

En medio de gran escepticismo se adelantan las negociaciones para venderle Avianca al jeque sin cara.

30 de octubre de 2004

Pocas historias tan sorprendentes de negocios se han conocido en los últimos tiempos como el reciente capítulo de la venta de Avianca. Faltan escasos 11 días para que los acreedores terminen de votar sobre el plan de reorganización financiera presentado por la administración de la compañía, que incluye la oferta del empresario brasileño Germán Efromovich. Y a estas alturas apareció una propuesta alternativa para que ahora los pilotos puedan convertirse en socios de la aerolínea.

Como por arte de magia se anunció que un inversionista estaría interesado en invertir 120 millones de dólares en Avianca, amén de darles el 51 por ciento de la compañía a los pilotos. Detrás está un supuesto jeque árabe de Dubai, cuyo nombre nadie ha mencionado hasta la fecha invocando cláusulas de confidencialidad, pero que al parecer está decidido a meterse la mano al bolsillo para ayudar a los trabajadores a cumplir el sueño de quedarse con la empresa. Se dice que el misterioso jeque pertenece a una familia real de los Emiratos Árabes. Esto sería fácil de indagar de no ser porque la familia real de esa parte de mundo está conformada por un clan de 5.000 personas.

En todo caso, por inverosímil que suene esta oferta de compra, se están moviendo las fichas. Alberto Padilla, presidente de Acdac, sindicato de pilotos de Avianca, dijo que estaba insatisfecho con la fórmula de arreglo pensional de Germán Efromovich, y decidió buscar otro comprador por su cuenta. A finales de marzo conoció al colombiano Juan Carlos Maldonado en el aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida. Maldonado es el presidente de la empresa Ofam (Outsourcing for Accounting Management) en Miami, una firma de outsourcing en contabilidad gerencial que tiene una subsidiaria en Colombia.

Maldonado se puso en contacto con la firma M&A International Inc. Esta multinacional cuenta con 40 firmas asociadas en 29 países y se dedica a proporcionar asesoría en operaciones de fusiones y adquisiciones, al tiempo que ofrece servicios de banca de inversión. M&A fue establecida en 1985 y sus socios en el mundo forman una red de 350 asesores que el año pasado cerraron negocios por 5.000 millones de dólares. El tamaño de cada uno de sus negocios es típicamente de entre 20 y 100 millones de dólares, aunque tienen la capacidad para asesorar transacciones de hasta 1.000 millones.

Según Padilla, M&A International Inc. logró en tres meses lo que ningún banco de inversión en Estados Unidos había conseguido en más de un año: conseguir un inversionista serio para comprar Avianca. La multinacional contactó a un jeque árabe de Dubai a quien propuso estudiar la posibilidad de comprar Avianca.

El fin de semana del 25 de septiembre Padilla voló a Dubai con la idea de conocer directamente al jeque y pulir algunos puntos de la negociación y aclarar otros. Según el capitán, de ese encuentro con el jeque pudo deducir que, para los árabes, Avianca podría ser el puente de conexión entre América Latina y el Medio Oriente. Al parecer Colombia parece ser para ellos un país atractivo para invertir, así como lo son Brasil y Venezuela, donde ya han desarrollado negocios debido a las restricciones que enfrentan en Estados Unidos después de los atentados terroristas del 11 de septiembre.

El enigmático jeque de Emiratos Árabes estaría interesado en invertir 120 millones de dólares en Avianca a través de una sociedad con los pilotos de la compañía. En esta sociedad, los pilotos recibirán un préstamo del empresario árabe por 64 millones de dólares para hacerse dueños del 51 por ciento de Avianca. El crédito ya está respaldado por una póliza que fue comprada en Houston a comienzos de octubre por un valor de 15,3 millones de dólares.

De todo esto se desprende un presunto memorando de entendimiento firmado el pasado 11 de octubre entre los pilotos y el jeque árabe en las oficinas de M&A International Inc. en Dallas. En el supuesto memorando quedó claro que uno de los puntos prioritarios del acuerdo son las garantías que se le puedan otorgar a la caja de los pensionados de Avianca (Caxdac) a partir de esta negociación.

Padilla volará a Atenas el próximo fin de semana a encontrarse con el agente bancario del jeque árabe en Grecia, para depositar todas las garantías de la negociación y finiquitar la propuesta que será presentada el 8 de noviembre a la Corte de Nueva York, una vez finalicen las votaciones del 4 de noviembre entre los acreedores de Avianca, dentro del proceso de reestructuración al que se sometió la empresa.

Padilla espera llegar con una propuesta concreta que tendría que ser lo suficientemente atractiva como para que el juez Allan Gropper que maneja el Capítulo 11 de Avianca en la Corte de Quiebras de Nueva York aplace la audiencia del 16 de noviembre. Si los acreedores votan a favor el plan de reestructuración presentado por la administración de la compañía, ese día se daría vía libre a la venta de la aerolínea colombiana al grupo brasileño Synergy, del empresario Germán Efromovich, quien ofreció 64 millones de dólares por el 75 por ciento de las acciones de Avianca.

Pero si los pilotos y el inversionista árabe logran una mejor propuesta, están en todo su derecho de presentarla antes del 16 de noviembre al juez Gropper. Las reglas del juego del Capítulo 11 son muy claras, por lo que cualquier persona que tenga interés en el negocio podrá hacer sus ofertas hasta el día de la salida del Capítulo 11. La oferta del jeque árabe y los pilotos entraría entonces a competir con la de Efromovich. Así por ejemplo, si la propuesta del brasileño contemplaba el pago de 37 centavos por cada dólar de deuda, la del árabe debe superar como mínimo esas expectativas para ser considera por el juez.

Si el juez le diera viabilidad a la oferta del jeque árabe y los pilotos, Avianca tendría que pagarle a Efromovich una penalidad por incumplimiento en la cláusula de exclusividad del acuerdo de intención, firmado por los accionistas el pasado 18 de marzo. En todo caso si al 15 de diciembre no se ha definido la venta de Avianca, Synergy podría dar por terminada la garantía. En este caso Efromovich tendría derecho a recuperar cerca de un millón y medio de dólares que ha invertido en honorarios de abogados y trámites jurídicos ante la Corte de Nueva York. Otra posibilidad que tiene el brasileño es extender automáticamente la garantía, por el plazo que considere y permitir que la negociación continúe.

Padilla le dijo a SEMANA que de no resultar la propuesta del jeque árabe, no dudará en buscar la forma de que la empresa ingrese en ley 550 o en el peor de los casos, en un proceso de liquidación con el fin de encontrar las garantías para el pago de las pensiones de los pilotos. Sin embargo, dos recientes fallos de las altas cortes le negaron a éstos la posibilidad de exigir a Avianca el otorgamiento de una garantía pensional, que ha sido el caballito de batalla de los pilotos durante esta negociación.

Pero aun si se lograra solucionar el problema de la falta de tiempo, el negocio como está planteado genera muchos interrogantes. No se entiende mucho por qué un jeque árabe que no conoce Colombia va a invertir en un país que no tiene nexos ni políticos ni comerciales con el suyo. Tampoco es muy lógico que alguien que mete 120 millones de dólares en un negocio va a aceptar ser el socio minoritario de un sindicato de pilotos con una hoja de vida conflictiva. Con una inversión de ese monto se puede adquirir no sólo el control del ciento por ciento de la compañía sino dejar solucionado relativamente el problema pensional.

Y si llegara todo lo anterior a convertirse en realidad, no se entiende cómo va a poder sacar adelante a Avianca el capitán Padilla, cuya experiencia se limita al manejo de aeronaves y a defender activamente los intereses de su agremiación, cuando no pudieron hacerlo los mejores administradores profesionales del país respaldados por la chequera del Grupo Santo Domingo. En todo caso, en el mundo de los negocios el sentimiento generalizado es que de eso tan bueno no dan tanto. nocas historias tan sorprendentes de negocios se han conocido en los últimos tiempos como el reciente capítulo de la venta de Avianca. Faltan escasos 11 días para que los acreedores terminen de votar sobre el plan de reorganización financiera presentado por la administración de la compañía, que incluye la oferta del empresario brasileño Germán Efromovich. Y a estas alturas apareció una propuesta alternativa para que ahora los pilotos puedan convertirse en socios de la aerolínea.

Como por arte de magia se anunció que un inversionista estaría interesado en invertir 120 millones de dólares en Avianca, amén de darles el 51 por ciento de la compañía a los pilotos. Detrás está un supuesto jeque árabe de Dubai, cuyo nombre nadie ha mencionado hasta la fecha invocando cláusulas de confidencialidad, pero que al parecer está decidido a meterse la mano al bolsillo para ayudar a los trabajadores a cumplir el sueño de quedarse con la empresa. Se dice que el misterioso jeque pertenece a una familia real de los Emiratos Árabes. Esto sería fácil de indagar de no ser porque la familia real de esa parte de mundo está conformada por un clan de 5.000 personas.

En todo caso, por inverosímil que suene esta oferta de compra, se están moviendo las fichas. Alberto Padilla, presidente de Acdac, sindicato de pilotos de Avianca, dijo que estaba insatisfecho con la fórmula de arreglo pensional de Germán Efromovich, y decidió buscar otro comprador por su cuenta. A finales de marzo conoció al colombiano Juan Carlos Maldonado en el aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida. Maldonado es el presidente de la empresa Ofam (Outsourcing for Accounting Management) en Miami, una firma de outsourcing en contabilidad gerencial que tiene una subsidiaria en Colombia.

Maldonado se puso en contacto con la firma M&A International Inc. Esta multinacional cuenta con 40 firmas asociadas en 29 países y se dedica a proporcionar asesoría en operaciones de fusiones y adquisiciones, al tiempo que ofrece servicios de banca de inversión. M&A fue establecida en 1985 y sus socios en el mundo forman una red de 350 asesores que el año pasado cerraron negocios por 5.000 millones de dólares. El tamaño de cada uno de sus negocios es típicamente de entre 20 y 100 millones de dólares, aunque tienen la capacidad para asesorar transacciones de hasta 1.000 millones.

Según Padilla, M&A International Inc. logró en tres meses lo que ningún banco de inversión en Estados Unidos había conseguido en más de un año: conseguir un inversionista serio para comprar Avianca. La multinacional contactó a un jeque árabe de Dubai a quien propuso estudiar la posibilidad de comprar Avianca.

El fin de semana del 25 de septiembre Padilla voló a Dubai con la idea de conocer directamente al jeque y pulir algunos puntos de la negociación y aclarar otros. Según el capitán, de ese encuentro con el jeque pudo deducir que, para los árabes, Avianca podría ser el puente de conexión entre América Latina y el Medio Oriente. Al parecer Colombia parece ser para ellos un país atractivo para invertir, así como lo son Brasil y Venezuela, donde ya han desarrollado negocios debido a las restricciones que enfrentan en Estados Unidos después de los atentados terroristas del 11 de septiembre.

El enigmático jeque de Emiratos Árabes estaría interesado en invertir 120 millones de dólares en Avianca a través de una sociedad con los pilotos de la compañía. En esta sociedad, los pilotos recibirán un préstamo del empresario árabe por 64 millones de dólares para hacerse dueños del 51 por ciento de Avianca. El crédito ya está respaldado por una póliza que fue comprada en Houston a comienzos de octubre por un valor de 15,3 millones de dólares.

De todo esto se desprende un presunto memorando de entendimiento firmado el pasado 11 de octubre entre los pilotos y el jeque árabe en las oficinas de M&A International Inc. en Dallas. En el supuesto memorando quedó claro que uno de los puntos prioritarios del acuerdo son las garantías que se le puedan otorgar a la caja de los pensionados de Avianca (Caxdac) a partir de esta negociación.

Padilla volará a Atenas el próximo fin de semana a encontrarse con el agente bancario del jeque árabe en Grecia, para depositar todas las garantías de la negociación y finiquitar la propuesta que será presentada el 8 de noviembre a la Corte de Nueva York, una vez finalicen las votaciones del 4 de noviembre entre los acreedores de Avianca, dentro del proceso de reestructuración al que se sometió la empresa.

Padilla espera llegar con una propuesta concreta que tendría que ser lo suficientemente atractiva como para que el juez Allan Gropper que maneja el Capítulo 11 de Avianca en la Corte de Quiebras de Nueva York aplace la audiencia del 16 de noviembre. Si los acreedores votan a favor el plan de reestructuración presentado por la administración de la compañía, ese día se daría vía libre a la venta de la aerolínea colombiana al grupo brasileño Synergy, del empresario Germán Efromovich, quien ofreció 64 millones de dólares por el 75 por ciento de las acciones de Avianca.

Pero si los pilotos y el inversionista árabe logran una mejor propuesta, están en todo su derecho de presentarla antes del 16 de noviembre al juez Gropper. Las reglas del juego del Capítulo 11 son muy claras, por lo que cualquier persona que tenga interés en el negocio podrá hacer sus ofertas hasta el día de la salida del Capítulo 11. La oferta del jeque árabe y los pilotos entraría entonces a competir con la de Efromovich. Así por ejemplo, si la propuesta del brasileño contemplaba el pago de 37 centavos por cada dólar de deuda, la del árabe debe superar como mínimo esas expectativas para ser considera por el juez.

Si el juez le diera viabilidad a la oferta del jeque árabe y los pilotos, Avianca tendría que pagarle a Efromovich una penalidad por incumplimiento en la cláusula de exclusividad del acuerdo de intención, firmado por los accionistas el pasado 18 de marzo. En todo caso si al 15 de diciembre no se ha definido la venta de Avianca, Synergy podría dar por terminada la garantía. En este caso Efromovich tendría derecho a recuperar cerca de un millón y medio de dólares que ha invertido en honorarios de abogados y trámites jurídicos ante la Corte de Nueva York. Otra posibilidad que tiene el brasileño es extender automáticamente la garantía, por el plazo que considere y permitir que la negociación continúe.

Padilla le dijo a SEMANA que de no resultar la propuesta del jeque árabe, no dudará en buscar la forma de que la empresa ingrese en ley 550 o en el peor de los casos, en un proceso de liquidación con el fin de encontrar las garantías para el pago de las pensiones de los pilotos. Sin embargo, dos recientes fallos de las altas cortes le negaron a éstos la posibilidad de exigir a Avianca el otorgamiento de una garantía pensional, que ha sido el caballito de batalla de los pilotos durante esta negociación.

Pero aun si se lograra solucionar el problema de la falta de tiempo, el negocio como está planteado genera muchos interrogantes. No se entiende mucho por qué un jeque árabe que no conoce Colombia va a invertir en un país que no tiene nexos ni políticos ni comerciales con el suyo. Tampoco es muy lógico que alguien que mete 120 millones de dólares en un negocio va a aceptar ser el socio minoritario de un sindicato de pilotos con una hoja de vida conflictiva. Con una inversión de ese monto se puede adquirir no sólo el control del ciento por ciento de la compañía sino dejar solucionado relativamente el problema pensional.

Y si llegara todo lo anterior a convertirse en realidad, no se entiende cómo va a poder sacar adelante a Avianca el capitán Padilla, cuya experiencia se limita al manejo de aeronaves y a defender activamente los intereses de su agremiación, cuando no pudieron hacerlo los mejores administradores profesionales del país respaldados por la chequera del Grupo Santo Domingo. En todo caso, en el mundo de los negocios el sentimiento generalizado es que de eso tan bueno no dan tanto.