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SEGURIDAD

Así cayó la red que le vendió armas a los grupos ilegales

Desde hace dos años, la organización penetró 11 batallones del Ejército, de donde sacó material de guerra para vendérselo a las Farc y a bandas criminales. Sin embargo, de 34 capturados, el juez dejó a 21 libres por supuestas fallas en el procedimiento.

21 de septiembre de 2010

Desde hace dos años, de las armerías de 11 batallones del Ejército en todo el país comenzó a perderse material de guerra e intendencia. Morteros, granadas, uniformes y munición empezaron a desaparecer. La preocupación fue creciendo cuando el mismo Ejército se dio cuenta de que aparatos tan celosamente custodiados como visores nocturnos, detectores de minas y miras telescópicas se fueron perdiendo inexplicablemente.
 
De inmediato las alarmas se encendieron. Contrainteligencia militar y unidades del CTI de la Fiscalía comenzaron a rastrear a los responsables y la investigación concluyó este lunes: una red integrada por 44 personas, entre ellas cinco militares y dos policías activos, robó las armas para vendérselas a bandas criminales y a guerrilleros de los bloques Noroccidental, Oriental y Sur de las Farc.
 
La sorpresa fue mayor cuando los investigadores se dieron cuenta de que entre los detenidos estaban el coronel del Ejército Néstor Sánchez, y un civil de nombre José Horacio López, conocido con el alias de ‘Gafas’, quien al parecer vinculó en el negocio ilegal a su esposa, su ex esposa, cuñados y hermanos. “Tenían una abogada de oficio en la Unidad Nacional de Terrorismo de la Fiscalía y entre los detenidos hasta había una bruja a la que le hacían consultas. Ella tenía pleno conocimiento de lo que estaba sucediendo, y por eso también fue detenida”, aseguró Marilú Méndez, directora nacional del CTI de la Fiscalía.
 
Todo indica que esta red traficó con armas en Tolima, Meta, Valle, Cauca, Nariño, Atlántico y Cundinamarca, y mensualmente ingresaba a la organización unos 100 millones de pesos.
 
Hace dos meses, el primer golpe a la organización lo dieron las tropas de la Aviación del Ejército. En ese momento se recuperaron 27.000 cartuchos, 59 granadas IM26, 40 granadas de 40 mm, 26 culatas para fusil, cuatro fusiles AK-47, tres carros, y fueron capturadas 10 personas en Barranquilla, Puerto Lleras (Meta), Bogotá y Caucasia (Antioquia).
 
Después se rastreó a los otros integrantes de la red hasta que el lunes de esta semana, a las 3:30 de la mañana, comenzaron las capturas y los allanamientos en Bogotá, Barranquilla, Valledupar, Caucasia, Medellín, Girardot, Villavicencio, Puerto Lleras, Dagua (Valle), Cali y Pasto. Ahí cayeron los otros 34 traficantes.
 
“Todo se tenía que hacer de manera simultánea, o si no el operativo se venía al piso. Ayer, el último en ser capturado fue el coronel. Casi se escapa porque su ubicación la habíamos logrado por satélite, pero apagó el celular. A las 6 de la tarde fue detenido”, aseguró a Semana.com una fuente que conoció el caso de cerca.

Las armas en su mayoría tenían el sello de Indumil, pero también había arsenal que era traído del exterior y que no manejan las fuerzas militares. Y aunque no se sabe qué tanto material logró llegar a manos de los grupos ilegales, en la operación, denominada ‘Lealtad I’, se logró incautar 11 cajas con granadas de mortero, un mortero de 60 mm tipo comando, tres sistemas de visión nocturna, un detector de minas de última generación, accesorios para ametralladoras, fusiles y lanzadores de granadas, proveedores, munición de diferentes calibres, miras telescópicas, radiotransmisores, máquinas troqueladotas y 250.000 dólares falsos.

“Es fundamental que manzanas podridas en la fuerza pública no le causen daño al país en alianzas turbias con la delincuencia”, dijo el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.

Sin embargo, este martes se supo que el juez de garantías que iba a legalizar las detenciones declaró que de las 34 capturas, 21 fueron ilegales por fallas procedimentales, ya que, según él, las detenciones fueron antes de las 6 de la mañana y no estaban debidamente sustentadas.