El frente del ELN que estaría detrás de los atentados en Bogotá

A la par de que continúan las investigaciones por los atentados en contra de dos oficinas de la AFP Porvenir, ocurridos el pasado jueves en el centro y la zona industrial de Bogotá, el alcalde de la ciudad, Gustavo Petro, reveló dos detalles claves hallados en esas pesquisas.

Uno de ellos es que los indicios de la autoría de los ataques con explosivos, que dejaron al menos ocho víctimas leves, apuntan al frente ‘Domingo Laín’ del ELN que, según el mandatario, hace parte “del grupo que no está en negociaciones”.

Dijo que se trata de la estructura más rica y poderosa de esa guerrilla, “a la cual le ‘importó un comino’ la manifestación ciudadana del pasado 9 de abril con el pedido de que hicieran un cese al fuego”, criticó.

Dicho frente nació en septiembre de 1980, después de que cerca de 20 guerrilleros atacaron el puesto de Policía de Betoyes, en Tame (Arauca). Los insurgentes, mataron cuatro policías, se robaron el armamento, concentraron a la población en la plaza y, con armas en las manos, anunciaron el nacimiento de ese frente.

Desde ese momento ha crecido en sus operaciones y es considerado la estructura más fuerte del ELN. Se cree que actualmente tiene 500 combatientes y cerca de 1.500 milicianos.

Más pistas

Otra información valiosa tiene que ver con las nuevas tres cámaras de alta definición que el Distrito ha venido instalando en el corredor oriental de Bogotá, junto con la iluminación LED.

Los aparatos registraron valiosas imágenes de lo ocurrido momentos antes de la detonación. Con ese material, los investigadores intentan establecer un perfil y configurar un rostro del sujeto que dejó el paquete-bomba en la sede de Porvenir de la calle 72.

Esto se suma a otras grabaciones en las que se ve a un hombre que entra a esa oficina de atención al público vestido con gorra y la cara tapada. El sujeto deja en el lugar un paquete envuelto en papel regalo, que lleva celular en la parte superior.

Petro también le solicitó a la Fiscalía General que se investigue quiénes con los autores de varios un mensaje enviado por herramientas de chat y redes sociales, que falsamente alertaban de un nuevo ataque el fin de semana en contra de un reconocido centro comercial del occidente de la capital.

Para el alcalde existe un aparato comunicacional, financiado con fines políticos, para “generar pánico y zozobra”.

Por ahora serán la Fiscalía y la Policía los encargados de entregar resultados durante las arduas labores de investigación acerca de los responsables de las dos explosiones que rompieron con cualquier asomo de tranquilidad en Bogotá.